Descubre lo que te impide vivir la vida que quieres, con Lola Martín

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¿Cómo estáis? Bienvenidos a Mindalia Televisión. Gracias por acompañarnos en este día y en esta
semana. Mi nombre es Laura y estoy aquí para compartir con vosotros una nueva entrevista del
día lunes. Para ello hemos invitado a nuestra especialista Lola Martín, a quien ya recibimos
en pantalla. Hola, Lola, ¿cómo estás? Un placer y un honor estar de nuevo con vosotros. Gracias,
Laura. Pues encantados, Lola, de que vengas hoy a abrir esta semana como anfitriona del lunes. Yo
tengo que reconocerte que para mí los lunes siempre son complicados, Lola, así que me va
a venir genial que tengamos estas herramientas. Hoy hablamos de cómo descubrir aquello que nos
impide vivir una vida mejor, aquella vida que queremos. Así que tú nos empiezas a contar,
¿cuál es tu mirada desde la perspectiva de cómo alcanzar esa vida deseada?
Bueno, pues lo primero que tenemos que ver cuando no logramos lo que tanto deseamos,
porque se repiten los mismos patrones en nuestra vida, es examinar desde dónde estamos enfocando
lo que queremos en nuestra vida. ¿Desde qué lugar actuamos? ¿Desde qué lugar nos movemos? ¿Desde
qué lugar vivimos? Si desde nuestro ego, desde nuestro programa limitante o desde nuestro ser.
Y para eso, bueno, yo quería compartir con vosotros la manera de identificar a ambos para
saber desde qué lugar o dónde nos encontramos. Así que, bueno, el ego, empezamos por él,
que le gusta el protagonismo, pues siempre regula un pensamiento de manera entrópica hacia adentro.
Es decir, toda la realidad que vive siempre lo ve hacia él. Si yo, por ejemplo, ahora discuto
contigo y analizo esa discusión desde el ego, bueno, lo estaré analizando desde lo que eso me
representa para mí. Es decir, lo que esta discusión me hace a mí, me siento una víctima de la situación,
que es lo que tu actitud me está haciendo a mí, siendo yo como el centro de todo lo que está
pasando. Pero esto me impide o soy incapaz de verlo como lo que es, como una circunstancia que está
ocurriendo para que yo comprenda algo a través de eso. Simplemente la estoy viendo desde lo que
para mí es desde el ego. Entonces, el ego siempre es entrópico. Siempre, pase lo que pase, lo vuelca
en él, lo personaliza. Por ejemplo, pues si tú ahora no quieres hablarme, pues yo me empiezo a
preguntar, pero bueno, vamos a ver, ¿qué le pasa a esta chica? ¿Qué le pasa conmigo que no me
quiera hablar? Porque yo me considero el centro de lo que a ti te está ocurriendo. Entonces, la
diferencia a cómo piensa el ego, a cómo piensa el ser, es que el ego todo lo hace entrópico, solamente
genera como un circuito de protección a su programación. Imaginaros que yo aprendí magia,
pero que no lo aprendí desde la conciencia, sino que lo aprendí desde la mente. Aprendí a usar
esa magia para manipular. Si tú no me quieres hablar, pues como eso a mí yo le molesta, pues
yo creo que es algo personal que tú no me quieras hablar y lo que hago es que uso la magia para
manipularte a ti, porque al manipularte a ti, tú haces lo que mi yo necesita que hagas. Sin embargo,
la conciencia, que incluso a veces acaba con el yo, lo que hace es ver que tú no eres el centro
del universo y lo que te hace es ver la historia más allá de ti, más allá de tu emoción, más allá de
cómo te sientes y de cómo no te sientes y qué tiene que ver qué me dice a mí que tú no quieras
hablarme. Entonces, en vez de analizarlo desde mi razón, desde mi estructura psíquica, lo analizo
desde el mundo simbólico. Veo lo que simbólicamente me quiere decir, porque el ego, el yo, siempre está
usando la razón para analizar las cosas, pero es que la razón parte de un problema muy grande y es
que no integra lo simbólico y al no integrar lo simbólico, la razón siempre está pensando de
una manera conceptual. Es decir, tú no me hablas, yo tengo un concepto de eso, pero soy incapaz de
leer por qué no me estás hablando desde mí. Simplemente juzgo con mi concepto esa acción
respecto a lo que para mí representa. Entonces, lo que sucede, lo que pasa es que en base a mi
propia identidad, por ejemplo, si en mi identidad yo soy una persona, imaginaros, valiente, optimista,
pero hoy estoy derrumbada. Estoy triste y me siento mal, pero no me voy a poder permitir que
se me vea triste ni que se me vea perturbada, porque lo más importante es que yo cumpla un
papel. Lo más importante es cómo yo sea en este momento, que el papel se esté cumpliendo. Entonces,
siempre que analizas algo desde el yo,