Desigualdad Cero: Cuerpos rotos (CARNE CRUDA #1491)

Vamos a homenajear a otras grandes mujeres que se han dejado el cuerpo, como María Moliner, que se lo siguen dejando para que el mundo sencillamente pueda avanzar.

Nos emociona también mucho hoy saludar a un querido compañero Eloy de la Aza, periodista y diseñador sonoro de algunos de los mejores podcast fabricados en nuestra productora, la República Independiente de la Radio, con quien hoy arrancamos una serie de documentales sonoros en colaboración con Oxfam Intermont.

Eloy, compañero, crudos días.

Hola, buenos días.

Con qué historia empezamos? Pues hoy, que estáis celebrando el 125 aniversario del nacimiento de María Moliner, yo vengo con otra fecha que reivindicar.

Ayer 30 de marzo fue el Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar.

En nuestro país, más de medio millón de personas trabajan en el sector, en su inmensa mayoría mujeres y en su inmensa mayoría condenadas por sistema a la pobreza y a la falta de derechos laborales.

Así que hoy vengo a carne cruda para ponerle voz y rostro al informe Trabajo Invisible y Cuerpos Rotos, de Oxfam Intermont, la organización que nos ayuda a contar historias con las que conseguir la desigualdad cero.

¿Te puedes presentar? Hola, mi nombre es Rosa Pavón, tengo 51 años, voy a cumplirlos, soy de Colombia.

Muy buenas.

Buenos días.

Mi nombre es Leidy, soy de Colombia, llevo aquí en Castilla y León dos años, bueno allí tenía varias funciones, allí hice mi carrera de docencia como pedagoga, luego tenía mi profesión como tapicería automotriz, todo lo que es el interior de coches, teníamos negocio propio con mi esposo.

Mi padre tenía su negocio allí hace 13 años y pues bueno, por cosa de delincuencia, tuvo que salir por extorsión, le pedían cuota para poder estar allí, entonces o sí o sí, por seguridad, yo tengo una niña y por ella realmente su seguridad y la de nosotros decidimos migrar.

Yo soy psicóloga, trabajaba pues en la parte del gobierno, lamentablemente y digo lamentablemente porque pues esto son cosas que no se podía decir allá, tuve que salir de allá huyendo por tantas cosas que suceden allá por amenazas, por conflictos.

¿Pensabas que ibas a poder trabajar de psicóloga? Era mi idea pues que iba a poder homologar mis títulos y que iba a poder hacer todo muy rápido, no nos argumentamos bien de cuáles eran los trámites y qué tendríamos que hacer.

Dije bueno, pues si no se puede hacer como profesional acá, pues no importa, empiezo a trabajar en cualquier parte donde me den la oportunidad.

Bueno, aquí soy empleada de hogar, desde que llegué estoy trabajando en esta área.

Estoy trabajando interna, pero entonces tengo que levantarme a las 6 de la mañana y dormir a las 12 de la noche, no tengo horas de descanso porque es que ellos siempre están ahí, sí, los abuelos, cuando es cuidar abuelos, los abuelos son muy lindos, hermosos, yo los amo porque es que son personas que ellos pues no saben, pero detrás de ellos van sus familiares, que son los familiares los que toman como el poder hacia la persona que los está cuidando, pues tú te vas a tales horas y llegas a tales horas, y cumples estas horas y como que bueno, ¿quién lo hace? Una persona por necesidad, tú estás interna y estás trabajando más de 19 horas y bueno, pues ¿qué hacemos? Todos sabemos, porque lo sabemos, que el sector del hogar y los cuidados sigue siendo profundamente injusto y desigual, pero no sé si llegamos a entender hasta qué punto Eloy.

Pues sí, casi un tercio de esas mujeres trabajan, pero no ganan lo suficiente como para dejar de ser pobres, y casi un 40% de ellas no puede llegar a fin de mes, pues se enlazan contratos temporales continuamente y, por ejemplo, 6 de cada 10 tienen jornadas parciales.

Nos lo cuenta Nerea Boneta, investigadora y experta en empleo de hogar y cuidados de Oxfam Intermón.

El sueldo medio de una empleada de hogar en España apenas llega a los 1.000 euros al mes, más de un 30% de las trabajadoras del sector lo hacen sin descargadas de alta la asesoría social.

Hay una oportunidad, vamos, hay que hacer limpieza, ¿quieres hacerlo? Le dije, bueno, lléveme, yo voy, y sí, me llevé.