Desmontando a Assassin’s Creed

Buenos días, tardes o noches, sea cuando sea que nos estéis escuchando y bienvenidos a Hablamos de Videojuegos en la URJC, en la radio URJC para ser exactos.

Soy Etienne y me acompañan Jaime, Dani y Damaso, que ya ha regresado de su viaje a Ubisoft y les ha dejado vivir por el momento.

De momento.

De momento, ¿no? Vale.

¿Y vosotros qué tal la semana? Muy bien, además aprovecho y felicito a mi hermano, que es su cumpleaños, a Marcos.

Ah, felicidades, Marcos.

¿Cuántos le ha quedado ya? 17, y se nota esa pubertad, sí, sí, sí.

Uy, madre mía, qué mala época.

Y mala también fue por mi parte, así que no hay que quejarse.

Ay, ¿dónde están nuestros 17 años, eh, Damaso? ¿Dónde quedaron? ¿En qué estrella estarán, verdad? Madre mía.

Bueno, venga, en asuntos más tristes, nada es verdad, todo está permitido.

Cualquiera que juega a videojuegos conoce este famoso lema, a no ser que juegues a FIFA o a los Sims, que no por meterme con gente que juega a los Sims, pero cualquiera que juega a videojuegos conoce este lema, no como el padre nuestro, pero al menos le suena.

Sí.

O juegos de móviles.

Si solo juegas a juegos de móviles, puede ser que tampoco.

Oye, que tampoco vamos a condenar aquí a gente que juega a móviles.

Que cada uno que juegue como le dé la gana.

Total, cada uno que lea lo que quiera, que vea lo que quiera y que juegue lo que quiera, eso es.

El lema en cuestión lo decía nada más y nada menos que Altair Im-Lajat, no sé si lo he dicho bien, alguno que sepa...

Ni idea.

¿Árabe? No.

¿No? Vale.

Lo decía por primera vez en la primera entrega, en una larga saga de juegos que pondría a Ubisoft, uno de los gigantes de la industria, una vez más, en la cumbre del entretenimiento.

Hablamos de Assassin's Creed.

Lleva con nosotros desde 2007, casi 20 años.

Desde la séptima generación de consolas.

¿Séptima generación? ¿Dónde habrá...? ¿Qué tiempos de la PS3 cuando la primera vez que la jugué fue con el Resistance? Yo la sigo teniendo y funciona.

Y ahí está.

¿Cuál tenías, la Fat o la Slim? La que está justo en medio.

Ni la delgada ni la gorda gorda gorda.

A lo mejor os pilla joven en la PS3 a vosotros.

No, no.

Yo he tenido la PS2 en casa.

Sí, sí, sí.

Yo también.

Bueno, todavía no calculo aquí la diferencia de edad mucha.

Son muchos años ya.

Es verdad que yo en mi casa al menos la nueva no la comprábamos nunca.

Siempre íbamos a modelos más antiguos que están más baratos, lógicamente.

Entonces la PS2 ha estado en casa, la PS3 y la PS4 ahora también.

Sí, yo creo que la PS2 en nuestra generación era como...

Sí, nos ha pillado.

Sí, sí, sí.

En 2010 yo creo que se seguía usando la PS2.

Sí, sí.

Sí, por ahí.

Normalmente se mal lo recuerdan.

Bueno, digamos que Assassin's Creed su camino ha ido de bien a mejor.

De mejor a normal y de normal a peor.

De galardones a tocar los controles.

A tocar los controles.

Tocaron los controles.

Entraremos en ello.

Así que vamos a ver qué se cuenta la franquicia hoy.

Hoy abro fuego yo.

Porque esto no es un tirón de orejas, sino más bien ni tampoco una colleja.

Esto es una intervención a Ubi.

Como la típica que hacen aquí en las series de televisión cuando está teniendo un comportamiento o alguno que va como gracia a vuestra madre, habrá que merecer alguna intervención.

Digamos que... vamos a dejar las cartas encima de la mesa.

Ubi, yo adoraba tus juegos.

Me los compraba de salida.

Fue llegar al 3 y me lo pensé dos veces.

Me pasó lo mismo.

Y menos mal.

Menos mal que paré de comprarlos de salida en el 3.

Porque si me llega a decir alguien que el siguiente después del 4 iba a ser una absoluta catástrofe no lo habría creído.

Porque mi pasión por Assassin's Creed era tal que me compré la edición tocha de 90 pavos en su día del Revelations.

A partir del Revelations todo cambió como la Nación del Fuego cuando atacó.

Algún fan de Avatar del Aster Bender ya sabe qué tiene que hacer.

Hay en total 14 juegos principales de Assassin's Creed en casi 20 años.

Eso es lo que me ha llamado mucho la atención al investigar sobre este juego que se publica con tan poco margen que al final los juegos salen mal.

Y ojo, estos son los principales.

Si nos ponemos a mirar también la franquicia entera el número va más allá del doble.

Nos quejamos de Call of Duty haciendo juego año tras año.

O sea, año tras año hace el mismo juego.

Un año y otra vez cambian los mapas.

El gameplay sigue siendo igual.

El perro o el color de las armas.

Exactamente.