Desmontando la machosfera: CARNE CRUDA EN VALÈNCIA (#1502)

Hola, muy buenas tardes.

¿Se me escucha? ¿Se me escucha? Claro, cómo no se me va a escuchar si soy un hombre, ¿no? Buenas tardes, Javier, ¿cómo estás? Bien, ¿y tú? Yo, un tanto extraño.

Colocarme en esta posición es como...

Creo que no me han colocado nunca, así que no se me siente extraño.

Bueno, pues vamos a empezar con un pequeño cuestionario.

Vale.

¿Por qué estás aquí? Porque me he venido a desmontar al macho.

¿A desmontar al macho? Qué temón, ¿no? Es como...

¿Y tú te sientes macho? Sí, supongo que sí, sí.

A ver, no sé muy bien qué significa eso, pero sí que he sido construido como un hombre en todo el sentido tradicional del término.

Aunque llevamos un tiempo trabajando para desmontar esa construcción.

¿Y qué tendría que tener como un hombre desmontado? ¡Uf! Pregunta.

Bueno, creo que tener más empatía, más empatía, más cercanía, más familiaridad.

Ser menos impositivo, menos...

Creo que impulsivo en el sentido que a veces lo soy.

Hablo personalmente de que a veces crees tener la respuesta a todo.

Y eso es algo muy masculino.

Siempre tengo una respuesta para todavía y muchas veces me doy cuenta de...

Igual no tienes ni puta idea de qué estás diciendo.

Vale, y una, así un poquito con el tema cuerpo, ¿no? A nivel postural, ¿crees que nos sobra algo? A lo mejor nos sobra el pene, ¿no? A nivel postural, que si nos sobra algo, ¿quieres decir cómo nos colocamos, cómo nos sentamos? Correcto.

Se suele decir que abrimos mucho las piernas para ocupar mucho el espacio.

Y en una cola de un supermercado, ¿cómo te colocarías, por ejemplo, a nivel postural? Bueno, me colocaría así, con mis cosas, con mi carrito, esperando el momento.

¿Vale? ¿Las piernas cómo estarían, más o menos? Más o menos así, cerraditas.

Vale. Perfecto, perfecto, perfecto, perfecto.

Estoy bien.

Yo no puedo decirlo, tendrían que decirlo todas ellas.

Vale. ¿Porque cómo se colocan algunos cuando se ponen en la cola del supermercado? Para mí, a nivel postural, es como...

Hasta que te desconcientes de cómo llegas allí y haces así, ni tan mal, tú estás así con tu compra, con tus cosas, y no eres consciente de que atrás tienes una persona así y la otra así, que tú ya estás como...

Ocupando espacio, ¿no? Claro. Para desmontarnos, ¿sientes que tienes grupos de apoyo para ello? Uy, yo tengo un grupazo.

¿Sí? Hombre, tengo...

Primero, un equipo fundamentalmente de mujeres y tengo bastantes más amigas que amigos.

Vale. ¿Y en cuanto a la responsabilidad de que hagan ellas pedagogías con nosotros? ¿Tú cómo lo sientes? Bueno, y esto lo he escuchado mucho ya de ellas.

Están hasta el coño de tener que estar haciendo pedagogía todo el tiempo.

Así que creo, y por eso estamos haciendo este programa, que nos toca a nosotros tomar la iniciativa y proponer ideas para nosotros y para el mundo en el que vivimos.

Está claro que no podemos estar esperando a que ellas también nos resuelvan este problema.

Claro, se nos tocaría responsabilizarnos.

Ya va siendo hora, ¿no? Ya toca. Ya toca.

Bueno, Toni, ¿qué es esto que estamos haciendo? Cuéntame.

Esto sería como una pequeña teatralización, pequeño atisbo de lo que es un grupo de hombres, desde mi perspectiva.

¿Qué tipo de hombres van esas sesiones que tú haces? ¿De qué habláis? ¿Cómo funcionan? Yo vengo como de dos corrientes.

Por una parte, vengo de la mirada sistémica.

Mucho agradecimiento a mi profe, Emma.

Y vengo también a través de la mirada de Olmo.

Entonces, como que la mentalidad que nosotros tenemos en nuestro grupo es entender de dónde venimos, pero la suerte que tengo de haberme topado con la visión de Olmo es como, bueno, ya está bien de pobrecitos nosotros que encima de todo esto nos colocamos como víctimas del patriarcado.

No, es que a mí no me han dejado sentir.

Entonces, como no me han dejado sentir, yo tengo que ahora venir a llorar al hombro de otro.

No es mi perspectiva.

Es como no creo en los grupos de hombres que se dan abracitos.

O sea, creo en un grupo de hombres en el que te puedo señalar y confrontar.

Después te abrazo, si quieres.

Pero primero es responsabilizarnos.

Y desde la víctima, para mí, no es responsabilidad.

Mi visión sería el hombre como agresor.

Y ya cuando tú te denominas agresor, desde ahí hay un trabajo.

Hasta ese momento, desde donde yo vengo, no creo en ello.

¿Y cómo salen los hombres de estas sesiones? Con deberes.

Me salgo sintiendo que me han escuchado, que me han dado caña, pero al mismo tiempo agradecido y con muchos deberes.

Bueno, pues hoy creo que vamos a salir de aquí con un montón de deberes porque vamos a intentar hacer esto mismo que ha hecho Toni conmigo, Toni Campos, en un programa.

Toni, muchísimas gracias. A vosotros.

¿Nos damos un abracito? Bueno, como le decía a Toni, yo tengo mucha ayuda para esta deconstrucción.

Tengo muy cerca a un grupo de mujeres, el mejor equipo de la radio, formado por un 80% de ellas.

Me falta una en este escenario.

Por favor, un gigantesco aplauso para Violeta Muñoz.

Violeta, por favor.