DÍA MUNDIAL DEL LIBRO Relato sobre Miguel de Cervantes

Solucar Radio, Emisora Municipal de Sanlúcar.

De cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de Lanza en Astillero, Adarga Antigua, Rocín Flaco y Galgo Corredor.

Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados.

El don que os he pedido y de vuestra liberalidad me ha sido otorgado es que mañana en aquel día me habéis de armar caballero y esta noche en la capilla, desde vuestro castillo, velaré las armas.

Tome vuestra merced, señor licenciado.

Rocí esta posento, no esté aquí algún encantador de los muchos que tienen estos libros y nos encanten, en pena de la que les queremos dar echándolos del mundo.

No, no hay para qué perdonar a ninguno porque todos han sido los dañadores.

Mejor se hará rojallos por las ventanas al patio y hacer un rimero de ellos y pegarles fuego.

Y si no, llevarlos al corral y allí se hará la hoguera y no ofenderá el humo.

Cuarto de los siete hijos de Rodrigo de Cervantes Saavedra y Leonor de Cortinas.

Miguel de Cervantes Saavedra nació en Alcalá, probablemente un 29 de septiembre, día de San Miguel, y fue bautizado un 9 de octubre de 1547.

Su padre ejercía de cirujano o barbero.

Por causa de su oficio y sus deudas, la familia se tiene que mudar en numerosas ocasiones a diversas ciudades en España.

Así dejaron Alcalá para establecerse en el próspero Valladolid y posteriormente se asentaron en Córdoba en 1553.

A pesar de las dificultades económicas de aquella familia, los padres de Miguel de Cervantes se preocupaban por la educación de sus hijos.

Miguel de Cervantes ingresaba en el Colegio de los Jesuitas de Córdoba y fue un lector prácticamente muy precoz, mientras que sus dos hermanas sabían leer, cosa muy poco usual en aquella época aún en las clases altas.

En 1556 partieron hasta Sevilla, donde Miguel de Cervantes quedaría impresionado por las representaciones teatrales del entonces popular López de Rueda.

Una década después, en 1566, la familia se traslada a Madrid, donde Miguel de Cervantes publicaría sus primeras cuatro composiciones.

En 1568, en una antología de poemas, en la alabanza de Isabel de Valois, tercera esposa de Felipe II, fallecida aquel mismo año.

El editor de aquel libro, Juan López de Hoyos, se refiere a Cervantes como nuestro caro y amado alumno, por lo que se supone que Cervantes iniciaría en esa época algunos estudios posiblemente universitarios, aunque no se sabe con certeza la naturaleza de aquellos si llegaran a terminarlo.

Miguel de Cervantes, por cierto, también pasaría por San Lucas la Mayor.

Se tiene noticia que en 1569 un tal Miguel de Cervantes fue juzgado y condenado en Madrid a la amputación de la mano derecha por herir a un tal Antonio de Segura en las proximidades de la residencia real.

Se sospecha que por ese motivo Cervantes sale de España.

El caso es que en diciembre de 1569 se encontraba en Italia provisto de un certificado de cristiano viejo sin antecedentes judíos o moros, y meses después se alistó en el ejército en la compañía de Diego de Urbina.

En 1571 Cervantes participa en la Batalla de Lepanto, donde las tropas españolas vencen a los turcos.

Durante la batalla Cervantes fue herido, quedando su mano izquierda inutilizada, por lo cual se le conocería a partir de entonces como el Manco de Lepanto.

Todavía como soldado, en 1573 y 1574 visitaría Sicilia y Nápoles.

En aquella última ciudad tuvo un hijo llamado Promontorio, con una joven a la que Cervantes denominaba Silena en sus poemas.

Un 20 de septiembre de 1575 Cervantes y su hermano Rodrigo se embarcan en Nápoles en dirección a la península ibérica.

Cervantes llevaba consigo cartas de recomendación para presentar a Felipe II, en la que Juan de Austria y el virrey de Nápoles certificaban su valiente actuación en la Batalla de Lepanto.

Con ellas Miguel de Cervantes esperaría mejorar su situación social y económica consiguiendo un arcenso o algún quebrado.