El Día Zero de la burbuja: entre tomates, toxinas y chatbots manipuladores

Muy buenos días humano. Domingo 5. Ya estamos en octubre. Soy Alberto Flopi. Bienvenido al rebaño.

Otra semana que volvemos con nuestra revista Humanía. El espacio donde diseccionamos el presente y futuro de la inteligencia artificial.

Y cómo nos afecta eso a nosotros, los simples humanos.

Si esperas objetividad fría, te has equivocado de podcast.

Hablamos del día cero biológico.

No un invento distópico de Netflix, sino de que Microsoft ha descubierto que la IA puede generar toxinas que escapen a los controles.

Parece una tontería, pero es un pasito para que los malos no necesiten laboratorios secretos.

Ahora su laboratorio es un portátil.

O quizá tu portátil.

El tema de moda, sin embargo, es la burbuja de la IA, que parece inflarse a destajo.

Un puñado de gigantes tecnológicos vale más que toda la Unión Europea.

Mientras los gurús entonan himnos al progreso, descubrimos que nuestros mejores modelos ya superan a expertos en casi la mitad de sus tareas.

Y nuestro CEO favorito, el bueno de Sam, preparado para colgar el traje y plantar tomates.

Jeffrey Hinton, que sigue con la matraca.

Él no se retiró para ser granjero.

Él lo hizo para poder hablar sin problemas.

¿Alguien la escucha? No, pero igual puede dormir.

Y en China, ¿qué? Pues los niños ya no necesitan tutores o profesores particulares.

Aprenden inglés con un perro robótico, mientras sus padres sueñan con un futuro de alta puntuación en los exámenes.

Y por si te sabía, ¿a poco? Hablaremos de otro estudio que demuestra cómo algunos chatbots, algunos es un decir, manipulan tus emociones para que no digas adiós.

Puntos de referencia de modelos que humillan a expertos, granjas de datos agotadas, distopías biológicas o desapariciones provocadas por relaciones digitales.

Prepárate, empieza nuestra travesía por una burbuja que no sabemos si estallará o nos absorberá.

Bombeamos.

Al pan con tomates y traje arrugao, plantando futuro con el ego inflao.

Todo el mundo habla de Sora 2, por lo tanto no te voy a contar nada.

Pero OpenAI también presentó GdpVal, un nuevo indicador que evalúa modelos de ella en tareas reales.

En vez de resolver tonterías de exámenes tipo text, se pide a los modelos elaborar un informe legal de 3.500 palabras sobre fusiones en Delaware.

El resultado, Claude Opus 4.1 de Antropic, igualó o superó a los humanos en casi la mitad de las tareas.

GPT-5 Thinking no quedó muy atrás, aunque es verdad que nuestro amado GPT-4o apenas alcanzó el 10%.

Los modelos rindieron mejor en tareas de gobierno y comercio minorista que en manufactura.

Y atención, en labores de editores y gestores de venta, incluso superaron a los humanos en más del 75% de los casos.

Eso sí, siguen alucinando y cometiendo errores.

Necesitan a un humano en el circuito, por ahora.

El futuro CEO mundial Sam Altman ya va diciendo que cuando las máquinas sean mejores que él, no se deprimirá, se hará agricultor.

¡Qué tío más grande! El papi de GPT, además de bunkers por doquier, tiene una granja en la que conduce tractores y recoge verduras.

Y nos dice que el valor humano reside en la capacidad de hacer cosas.

Y el valor humano reside en la capacidad de cuidar a los demás.

Perdón, se me ha metido algo en el ojo.

El padrino de la IA, Geoffrey Hinton, nos recuerda otra vez lo mismo.

Se fue de Alphabet en 2023 para hablar con Libertad y hace tiempo que cuantifica la probabilidad, entre un 10 y un 20%, déjelo.