DIARIO EN MOVIMIENTO 7-10-2025 Flashback digital: tonos polifónicos

Esto es Diario en Movimiento, un podcast sobre tecnología y cultura digital donde también exploramos recuerdos del pasado y reflexiones sobre el futuro. Un espacio para no perder el ritmo del mundo digital.

Buenos días y feliz martes. Estamos a martes 7 de octubre de 2025, episodio 727 del podcast y hoy en la sección flashback digital me apetece revisitar un poco el tema de los tonos polifónicos, eso que está completamente ligado evidentemente a los primeros móviles.

Es una de esas modas que marcaron un antes y un después en la personalización de los primeros móviles porque no eran ni smartphones y esto fue muchísimo antes de Spotify, de los tonos en MP3, mucho antes de que los móviles fueran centros multimedia. Hubo una etapa en la que personalizar el teléfono significaba así o sí, como mucho, era lo más que podías hacer, era elegir una melodía polifónica y podías como mucho comprar un logo o incluso descargar un jueguecito sencillo pero el tema de la melodía era quizás lo que más caracterizaba un móvil de otro y lo curioso es que en su momento aquello nos parecía algo como, no digo futurista, pero nos parecía una modernidad, una cosa muy curiosa y como muy nueva y en los primeros móviles los tonos eran monofónicos, es decir, era un tono plano sin matices y sonaban como las notas de un sintetizador barato, poco más, pero con la llegada de los tonos polifónicos y estoy hablando de a principios de los 2000, es decir, han pasado casi 25 años, estamos en un punto muy distinto de la historia, pero cuando llegó todo esto se notó una diferencia abismal porque de repente el móvil podía reproducir varias notas a la vez creando melodías un poquito más complejas y eso abrió la puerta a versiones reconocibles de canciones populares y convirtió la elección del tono en un signo de identidad.

Por muy increíble que os parezca, sobre todo a los más jóvenes, es que esto era así y además, curiosamente, generó un mercado que fue millonario en su día porque el fenómeno fue tal que se creó toda una industria alrededor de estos tonos polifónicos y en la televisión, incluso en revistas periódicos, aparecían anuncios con códigos sms para descargar melodías y luego pagabas por un tono que en realidad era una versión simplificada de una de tus canciones favoritas que podían sonar en la radio. Fue uno de los primeros ejemplos de micropagos digitales y durante unos cuantos años movió millones pero millones en todo el mundo.

Al final se trataba de personalizar y no te quedaba otra que utilizar los tonos porque los móviles eran distintos unos de otros incluso más distintos de lo que son ahora entre sí pero no había muchas formas de diferenciar tu móvil de otro que fuera similar. También existían los logos operator que eran imágenes pixeladas que sustituían al nombre de la compañía en la pantalla del móvil y por supuesto empezaron a llegar esos primeros juegos descargables que por supuesto esto no era nada sofisticado pero era lo suficiente como para engancharte durante al menos media hora tres cuartos y es que nos conformábamos con lo que había. Pero el móvil ya dejó de ser sólo un aparato para llamar para recibir mensajes y empezó a ser un objeto cada vez más personalizado.

Era ese pequeño espacio donde podías mostrar tus gustos y tus aficiones y vaya que si lo notabas porque a veces escuchabas algún sonido polifónico, algún tono polifónico que bueno en fin daba cosa escucharlo pero ya te decía mucho de la persona que lo estaba haciendo sonar porque además sonaban muy alto y luego todo esto cayó cuando los móviles permitieron los mp3 y cuando luego los smartphones acabaron con esos tonos polifónicos y ya podías escuchar canciones reales con calidad de cd. Eso fue un salto demasiado grande para que esas melodías simplificadas sobrevivieran y además es que bueno pues se fueron apartadas. Lo que sí que ocurrió fue que se empezaron a vender esas canciones, esos pequeños mp3 muy muy recortados para utilizarlos como en vez de tono polifónico como tono de llamada y ahí sí que se abrió otro mercado. Luego ese no duró tanto porque los móviles sí que permitieron personalizarlos sin tener que pasar por caja y aunque hoy nos pueda parecer una anécdota, en su momento yo creo que supuso el primer paso hacia la idea de que el móvil era algo más que un teléfono, era un dispositivo de ocio que podías personalizar. Los tonos polifónicos sí que marcaron un capítulo muy bello.