Diario de un Metalhead 781 BEGO ARRETXE IRIGOIEN

Buenas noches, bienvenidos a Diario de un Metalhead.

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Saliendo a través de Internet para todo el mundo a través de radioujo.com y a saltomataradiorock.com.

Tenemos por delante una obra de heavy metal, el rock único y verdadero.

Hoy con una entrevista muy especial, hoy charlaremos con Bego Arreche Irigoyen, la autora del libro No Creas Una Palabra.

Un saludo del Ice Runner y de Maitane Fernández, bienvenidos Metalheads.

Y de repente algunos se cayeron del guindo y se enteraron de que los principales festivales están controlados por el fondo de inversión KKR, cosa que sucede desde hace años. ¿Capital sionista? Pues sí.

¿Pero hay algo que no controlen estos en el mundo? Y ojo que esto no es un mensaje antisemita.

No tengo nada en contra de ellos y no voy a hacer un ejercicio de hipocresía.

Tengo amigos judíos, es lo que hay, y son muy buena gente.

No están a favor de lo que están haciendo en su país, pero son judíos.

Han nacido así, igual que otros nos bautizan de pequeños y es lo que hay.

No son judíos practicantes, pero siguen siendo judíos y no por eso tienen que matarlos.

Así que vamos a pensar en personas y no en razas ni en colores de piel.

Vamos a juzgar a la gente por lo que es. ¿Capital sionista? Pues sí.

Colbert Cravis Roberts, KKR, un fondo de inversión americano, es el dueño de casi todos los festivales tochos de este país.

Es lo que hay. Y no es nuevo y algunos están haciéndolo sorprendidos.

Eso es lo peor.

Este conglomerado de empresas americano, origen en EEUU como digo, controla todo tipo de industria, incluso de sanidad, la energía, sistemas de pensiones de algunos países.

Son más poderosos que la mayoría de los estados del mundo.

En los últimos años vieron el negocio en los grandes festivales y se volcaron a comprarlos a sus dueños.

¿Y quién no lo vendería? Como te llegan con la pasta fácil en la mano, es muy fácil hablar de fuera, pero tienes que verte en su pellejo.

Con el COVID muchos de los organizadores de grandes festivales le dieron las orejas al lobo.

Las deudas amenazaban, había que respetar contratos firmados y pocos perdonaron un duro.

Muchos de los que hoy en día moralizan al personal micro en mano cobraron cachés sin actuar, porque el problema no era suyo.

KKR con pasta a retorcer, pues aprovechó y compró sus festivales a la baja.

A día de hoy no sé si el jefe se escapó de sus garras, no lo tengo claro, no he encontrado información al respecto al menos.

Pero ya os digo que otros como Graspop o el mismísimo Vaken no escaparon.

Se hicieron con casi todos los festivales tochos de España y también de fuera.

Aquí se libran leyendas, el Barcelona Rockfest al que tanto critican algunos...