Diputado Saúl Ortega: Medidas de EEUU están siendo derrotadas en la práctica y la realidad

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Les agradecemos los comentarios que nos han escrito estas semanas de Colombia y Argentina, siempre pendiente de sus sugerencias.

Hoy estaremos conversando con Saúl Ortega, quien es diputado, forma parte de la Asamblea Nacional.

En la comisión ha estado enfrente a varias responsabilidades desde el punto de vista de política exterior en la Asamblea y también forma parte del Grupo de Boston.

Saúl, bienvenido.

Gracias por acompañarnos.

Y no quería, quiero comenzar el programa compartiendo una reflexión contigo, que sin duda indigna al país en general, lo que ha significado, incluso lo ha admitido el gobierno de Estados Unidos, el secuestro de niños venezolanos.

Lo que ha significado la retención indebida, recientemente, del caso de la hija de Joselín Bernal, quien es esposa también de uno de los muchachos secuestrados, venezolanos secuestrados en El Salvador.

Supuestamente por ambos pertenecer al extinto Tren de Aragua.

Es decir, que la narrativa del Tren de Aragua ahora sirve para todo, incluyendo, como admite el gobierno de Estados Unidos en su comunicado, que ha separado a miles de niños de sus familiares.

Cosa que, sin embargo, hay que decir que es una práctica del gobierno de Estados Unidos de hace años, de un país donde juician a los niños como adultos.

Incluso hasta hace poco existía la pena de muerte.

Ha sido una práctica reiterada de chantaje y presión contra los migrantes, la separación de familias.

Pero ahora en esta oportunidad lo colocan en el marco de la narrativa de vincular a los venezolanos con grupos delincuenciales, lo que sin duda genera rechazo por parte de la población.

Bueno, y además de un gran dolor, duele la situación que viven las madres venezolanas y sus hijos.

Y como es el caso de Yoselin, están ahora en una casa de acogida secuestrada prácticamente por el gobierno de Estados Unidos.

Quería tu reflexión al respecto.

Bueno, primero un saludo para ti y para tu radio.

Escucha, Anaís.

Sí, mira, yo pienso que estamos en un tiempo donde este señor Donald Trump, digamos, hace práctica de la barbarie, ¿no? A la usanza de un Nerón de estos tiempos, un Nerón moderno, ¿no? Y, bueno, la agresión es en escalada contra todos los migrantes o en los tiempos del macartismo contra cualquier persona que le sea incómoda.

Por supuesto, se centra en los venezolanos porque hay una operación política, bueno, que no es nueva ya.

Incluso el señor Obama, que es un renegado afrodescendiente, renegado del islamismo, bueno, nos señaló como una amenaza inusual y extraordinaria.

Este, este Herodes, ¿no?, está en los tiempos modernos tratando de utilizar una narrativa ramplona, por demás, para el ataque a Venezuela.

Y mira que no es nuevo a nadie, tú lo señalabas.

Lo que pasa es que la memoria nuestra es corta.

Pero hace, en su primer gobierno del señor Trump, bueno, ¿qué vimos nosotros? El encarcelamiento de niños migrantes.

Los separaban de la familia y los metían en unas aulas como animales, como fiera.

Ya que esto no es nada nuevo, son prácticas crueles, inhumanas, violatorias de todo el Estado de Derecho.

Y esto lo, pero este es un, digamos, un detalle de la barbaridad con la que este señor, pues, actúa.

Y es propio del desespero que se observa en una potencia decadente y que empieza a entrar en un periodo crítico de la pérdida de poder, que no es otra que la pérdida de la hegemonía que Estados Unidos logró a partir de los años 90 y 91 con la caída de Europa del Este y posteriormente la Unión Soviética.

El mundo se hizo unipolar.

Prácticamente los amos del mundo o los policías del mundo, una cosa soñada por ellos.

Y