Discos conceptuales en Exploradores de Ondas Express.

Hola, exploradores. Quiero que cerréis los ojos un momento y os imaginéis esto.

Un vinilo recién sacado de su funda, el olor del cartón y el papel, el brillo de los surcos bajo la luz de la cámara, la aguja se acerca y, de repente, la primera nota.

No has escuchado nada aún, pero ya sabes lo que vas a vivir. Ya sabes que esto va a ser un viaje.

Y es que hoy vamos a hablar de esos discos que no son simplemente una colección de canciones. Esos discos que son viajes, que son historias, que son universos completos que te atrapan de principio a fin. Y es que aunque hoy vivamos en la era del skip y la playlist infinita, hay algo en esos discos que sigue resistiendo. Algo que nos recuerda que a veces la mejor manera de escuchar música es dejar que esta te cuente una historia.

Porque hoy en Exploradores de Ondas Express hablamos de los discos conceptuales.

Bienvenido a Exploradores de Ondas Express. Tu ración de exploradores de ondas en un formato mini. Curiosidades de la música, del audio, de nuevos artistas.

Desconecta, tómate 10 minutos, relájate y disfruta de la música. Con Exploradores de Ondas Express.

Un álbum conceptual no es un invento moderno, ni una etiqueta para quedar bien. Es básicamente un disco donde todas y cada una de las canciones están unidas por algo más grande que ellas mismas.

Esto puede ser una historia que se desarrolla de principio a fin, como una novela en capítulos, puede ser un personaje que evoluciona canción tras canción o puede ser una idea o un sentimiento que se explora desde diferentes ángulos hasta que al llegar al final sientes que has entendido algo que no estaba en las palabras, sino en el viaje en sí mismo.

Lo importante no es que todas las canciones suenen igual, sino que todas estén ahí por un motivo. Cada pista es una pieza de un puzzle más grande. Y si falta una, la imagen no se completa. Imaginarlo como una serie que no puedes ver en orden aleatorio.

Puedes poner un solo capítulo suelto pero si no los ves todos en el orden correcto, te estás perdiendo la serie. Pues escuchar un álbum conceptual es eso, es entrar a una habitación, cerrar la puerta y dejar que la historia se cuente como fue pensada.

Sin saltar, sin distraerte, sin mirar el móvil. Solamente tú y la música.

Tomad como ejemplo el comfortably numb de Pink Floyd que suena de fondo. Y es que por sí sola es una canción impresionante, pero en The Wall es un momento de la trama. Es un capítulo clave que no tendría el mismo peso sin lo que vino antes ni tampoco lo que viene después.

Y ahí está la gracia, la canción no es que la disfrutes, es que lo entiendes.

Pero si hubo una década en la que el álbum conceptual reinó sin discusión, esta fue la de los 70. Y es que el rock había madurado, los estudios de grabación eran auténticos laboratorios creativos y las bandas querían contar historias mucho más ambiciosas de lo que nos tenían acostumbrados. En 1972, David Bowie se inventó un alter ego alienígena, Jiggy Stardust, un rockstar venido de otro planeta para salvar a la humanidad. Pero la fama, el ego y el exceso lo llevan a su propia caída.

El disco es glam, ciencia ficción y tragedias se expirían a todo en uno y lo fascinante es que Bowie vivió el personaje dentro y fuera del escenario difuminando la línea entre la realidad y la ficción. Un poco antes, en 1969, dejó sacar un Tommy.