Discusiones

Orgulloso señor yo soy hombre decidido y ahora para inmaculada para diseñar igual vivencias soberanos señores este próximo domingo ya cuarto domingo del tiempo de cuaresma nos trae a nuestra consideración una escena podríamos llamar dramática que recoge san juan en el capítulo noveno de su evangelio y qué de alguna manera en este recorrido que hemos venido haciendo desde el principio de la cuaresma pues nos ayuda a entender quizá un poco dónde está el meollo de lo que se nos propone y de lo que nos digan supone dificultad en este tiempo no conversión dónde está el meollo cuál es la dificultad verdadera y profunda la que era hace dos mil años la que sigue siendo y la que seguirá porque esto de alguna manera es el riesgo de que el señor nos haya creado a su imagen y semejanza nos haya dado una dignidad tan grande nos haya concedido una inteligencia que es un reflejo una chispa de su sabiduría nos ha ayudado en libertad y nos haya puesto en la vida de este mundo como dice la escritura del mismo el mismo señor nos ha dejado en manos de nuestro libre albedrío como sabes es la escena del ciego de nacimiento qué cuentas y san juan al pasar vio jesús a un hombre ciego de nacimiento del texto que vamos a leer el domingo de alguna manera previa a una escena contar prolijamente con mucho detalle por parte de san juan y que de alguna manera en estas meditaciones del retiro pues aludiremos a ellas pero al leerte sintéticamente un poco la escena una vez que el señor dijo esto escupió en tierra formó lodo con la saliva y la aplicó sobre los ojos del ciego y le dijo anda lávate en la piscina de siloé y fue se lavó y volvió con vista por lo cual los vecinos y los que antes le habían visto pedir limosna decían no es éste aquel que sentaba pedía limosna este es respondían algunos y otros decían no es él sino alguno que se le parece pero él decía así que soy yo le preguntaban pues como se te han abierto los ojos respondió aquel hombre que se llama jesús hizo lodo lo aplico en mis ojos y me dijo ve a la piscina de siloé y lávate yo fui me lavé y veo los fariseos le preguntaban cómo había cobrado la vista y él respondía puso lodo sobre mis ojos me lavé y veo y decían algunos de los fariseos no es de dios este hombre pues pues no guarda el sábado y otros decían como un hombre pecador pueda hacer tales milagros y había disensión entre ellos llamaron pues otra vez al hombre que había sido ciego y le dijeron da gloria a dios nosotros sabemos que este hombre es un pecador pero él les respondió si es pecador yo no lo sé yo sólo sé que yo antes era ciego y ahora veo y respondió aquel hombre aquí está la maravilla que vosotros no sabéis de dónde es este y con todo abierto mis ojos lo que sabemos es que dios no oye a los pecadores sino que aquel que honra a dios y hace su voluntad este es a quien dios hoy desde que el mundo es mundo no se ha oído jamás que alguno haya abierto los ojos de un ciego de nacimiento si este hombre no fuese de dios no podría hacer nada de lo que hacen les dieron en respuesta a esa lista del vientre de tu madre envuelto en pecados y tú nos das lecciones y