Disparatado Treintañero. 'Singles' (1992)

Bar Winchester, Alcalá de Henares, Madrid, homenaje a Joe Zostron.

¡Madre mía! Me sacas de cenar a las ocho y media y estoy parada a rastre.

También cuando me acuesto más tarde de las once y media.

¡Dichosa juventud! Esas giras de cincuenta o sesenta conciertos, durmiendo poco o mal, comiendo cuando podía, las juergas tras las actuaciones de show...

Perdona, ¿te conozco de algo? No sé, tu cara me suena.

Espera, ¿tú eras novia de Joe Zostron? Te he visto en algunos de fotos de las giras. ¡Qué pequeño es el mundo! ¡Sí, claro! Me dedicó sus tres primeros discos.

Yo era vecina suya cuando vivía con sus padres.

Le perdí la pista cuando empecé a estudiar periodismo y retomamos contacto cuando nos encontramos en un bar donde iba a dar un bolo improvisado.

Estaba con los Free Frothers, su antiguo grupo, y no cuajo.

De ahí sí saltó a su carrera en solitario.

Yo era camarero en el lado de Copas, mientras estudiaba Geografía de Historia.

Terminé a Trompicones y ahora soy archivista interino.

¿Quién me lo iba a decir? De salvaje convencido como body a hombre medianamente civilizado.

Pues yo era cajera los fines de semana y días sueltos en la sección de música del Simago, cobrando una miseria.

Vivía con unas amigas mías en un piso cochambroso, con cierto encanto.

Escribía, aparte, en un fanzine de música y cine, sin cobrar un duro por foguearme.

Lo dejé todo por show, dos años de mi carrera aparcada.

Vivía una vida muy salvaje, de giras interminables, en hostales de mala muerte, a veces durmiendo en la furgoneta o en la playa.

Así he escrito, contando mis experiencias en un libro, El Último Hombre Libre.

Se está vendiendo muy bien, quizá haya una adaptación de una serie, lo están negociando mis representantes.

Me lo acabo de comprar.

Al ver que el autor era S.B., no caía en su verdadera identidad.

Por cierto, ¿hace cuánto no miras a Joe? Yo le perdí la pista hace cinco o seis años.

Pues a mí me pidió matrimonio hace diez años, sin tener los dos un duro ni mucho menos estabilidad, ni planes de futuro.

Lo rechacé al término de ese concierto en Torrejón y se lo tomó bastante mal.

Desapareció a la mañana siguiente con la furgoneta.

Leí sobre sus conciertos, algunos festivales y poco más.

La semana pasada le encontró un amigo suyo muerto, en su tienda de campaña.

Hubo un infarto mientras dormía, sin antecedentes familiares y problemas de salud previos.

¡Una pena! Me llamó su madre, consiguió mi número a través de mi padre y me ha dejado su extensa colección de vinilos, una impresionante cantidad de carteles originales de películas, alrededor de 30 cajas de películas en DVD y Blu-ray, todo muy bien cuidado y ordenado.

Incluso su cartel favorito de su cinta Fetiches Solteros tiene una dedicatoria en la parte de detrás, por los momentos pasados, los cuales nunca olvidé.

Hasta que nos volvamos a ver, show.

Ahora lo entiendo, después del concierto homenaje van a poner en pantalla grande aquí mismo y con el proyector esa misma película.

¿Estás preparada para el sexo? Estoy en la cama ahora mismo.

Estoy poniendo algo muy asustador.

Creo que tienes el número equivocado, señora, pero estaré de acuerdo.

En la absencia del sexo, vas a buscar compañía.

¿Quieres comer algo? ¿Qué tal un almuerzo? ¿Algo de café? ¿Agua? ¿Qué tal agua? Pronto estás feliz de tener un amigo.

En el universo paralelo probablemente fuéramos un par de perros.

Pero en este caso, vecinos.

Por supuesto, no puedes dormir con amigos.

Sabes, veo a otras personas durmiendo.

No me engañes.

Bridget Fonda.

Hicimos la conexión.

Y cuando haces la conexión, es como que la quimioterapia se cuida de sí misma.

O sea, hace sus propias decisiones, ¿sabes? Campbell Scott.

Estaba a poco lejos de tu barrio.

Kira Sedgwick.

¿Me he exagerado? ¿Sabes quién es? Sheila Kelly.

Siénteme al lado de un solo hombre.

Tengo un sentimiento especial por ti.

Jim True.

Y Matt Dillon.

Janet, me encantas.

Singles.