Doctrina Monroe 2.0 y T-MEC: Primero cumplir, luego negociar

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Yo lo saludo, soy Eduardo Ruiz Gile, aquí en el estudio de Grupo Fórmula, y me acompaña, después de haber divagado por el mundo...

No mentalmente, físicamente.

Pablo Ratinger, ¿cómo estás? Bien, Eduardo, ¿tú qué tal? Ya estás, ya de vuelta.

Ya estoy de vuelta, aquí estamos.

Nada más, la verdad es que no salí de México, nada más se juntó un compromiso el martes pasado, pero aquí estamos.

Así pasa de repente.

No debería pasar.

No debería pasar, pero pasa.

Está bien, bienvenido.

A ver, hoy, para variar Trump, a dar sorpresas nuevas.

Hoy recibió al primer ministro de Canadá, al señor Carney...

Que me parece que lo manejó muy bien.

Pues sí, pero mira, para empezar, en esta oficina Oval, que ahora está archinaca, porque Trump la llenó de pegostes dorados, porque Trump se ha de creer el rey Midas, ¿no? ¿No lo has visto? Sí, bueno, le tiene una obsesión con el dorado.

Horrorosa, está horrorosa.

Si alguna vez fuiste a un hotel de Trump, así era.

No, pero me recuerda como esos burdeles de las películas del viejo oeste.

¿Sí o no? No diría eso, pero...

Sí, sí, bueno.

Bueno, ahí está la oficina Oval, y la clásica conferencia de prensa, que se ve que están súper arregladas por Trump y su gente, pero, entonces, ahí está Trump sentado y el primer ministro Carney.

El que domina y todo es Trump, ¿no? Carney como que nada más diciendo cuándo se acaba esto, ¿no? Pero lo que me dijo algo, lo que me llamó la atención, es que dijo Trump que necesariamente se tiene que renegociar el T-MEC, porque ya no funciona.

Que tal vez lo que viene es una negociación con Estados Unidos-Canadá, Estados Unidos-México, y si viene que rehacer su tratado con Canadá, pues que lo haga, ¿no? Pero que el frómato trilateral ya no funciona.

¿Qué es lo que dijo y qué es lo que amenazó con desaparecer el T-MEC que, con todo y todo, le ha traído beneficios al país, a nuestro país? Pero esta declaración de Trump yo la quiero amarrar con una declaración que hizo el 30 de septiembre el representante comercial de Estados Unidos, el señor Jameson Greer, que hablando ante el Economic Club de Nueva York, ante un público de empresarios, de inversionistas, de políticos, un público importante, dijo algo, y lo cito textualmente.

México no está cumpliendo al 100% con sus obligaciones bajo el T-MEC.

No tiene sentido hablar de extender o actualizar el tratado mientras esto persista.

Él dijo que el gobierno de México no cumple en varios frentes, energía, telecomunicaciones, agricultura y materia laboral.

Obviamente, criticó todos los cambios que se hicieron para fortalecer a Pemex y a la Comisión Federal de Electricidad para darles la primacía sobre cualquier otra empresa en México.

En telecomunicaciones, también habló de que se desmantelara el Instituto de Telecomunicaciones, se creara la nueva comisión, que depende de esta nueva dependencia que se me da mucho el nombre de innovación, etcétera, etcétera.

Ya sabes cuál.

Y que en materia laboral tampoco se respetan los derechos de los trabajadores.

Pero después dijo algo, que no lo dijo, pero me quedó claro.

Primero cumplir y luego negociamos.

Así como Trump le dijo a los de Jamás, primero cumplir y luego negociamos.

Si no quieren cumplir, los bombardeamos.

Y esto se vincula a algo que en México muy pocos han analizado, el renacimiento de la doctrina Monroe, que es la doctrina Monroe 2.0.

Si la gente recuerda, el presidente Monroe fue uno de los primeros, fue el tercer presidente o cuarto presidente de Estados Unidos y él lanzó una doctrina donde en América, pero de Canadá hasta abajo, no podían haber injerencias de potencias europeas o ninguna.

América para los americanos.

Para los americanos.

Pues ahora la doctrina Monroe 2.0, que está siendo promovida por los grupos más conservadores, encabezados por la Fundación Heritage, pues dice eso, que América es para los americanos y que los países del río Bravo para abajo se tienen que alinear por la derecha.

¿Y Trump? Trump le ha gustado esta idea.

Digo, así está.

A ver, entonces esto dicen Trump y Geary, pero después el sindicato de trabajadores de la industria automotriz de Estados Unidos...