¿Dónde está Miguel? Entrevista a Cristian Alarcón Casanova. El rasgo Migueliano. Parte I

Y revista cuestión cuestión incidentes donde esta mi vivienda conversaciones como punto de partida era hoz en mil nueve noventa y tres que te cómo te presentarías yo creo que estaba en el albor de de una construcción con un camino muy claro hacia la obtención de algo parecido a la libertad esa palabra tan desgastada tan apropiada por el enemigo no que yo creo que debemos disputar y que no debemos esperar no a la condición fascista libertaria y que debemos seguir reivindicando como parte fundamental de las luchas emancipatorias no la emancipación era para mí la facultad de periodismo o la escuela de periodismo y comunicación ón social como un espacio de libertad extremo no un espacio extremo de libertad un espacio de creatividad y un espacio fundamentalmente en el que yo realmente sentía que me estaba formando en diálogo con intelectuales y académicos comprometidos lucidos algunos de ellos deslumbrantes había por primera vez he inventado algo de esas tres teorías de la comunicación de ese problema filosófico contemporáneo desastres historias no algo algo de un orden anfibio que yo todavía no podía definir pero que ya existía y me había vuelto un periodista voraz ya colaboraba con página doce y con otros medios independientes creo que ya había publicado en cerdos y p mi primer crónica con dos compañeros había publicado cuentos en revistas empresas en fotocopias buscaba el modo de existir periodísticamente hacia un taller de poesía hacia un taller literario y leía incansablemente tirado en la cama al lado de del amor que tenía en ese momento con el que hacíamos todo en la cama no con la que hacíamos todo en la caja de no dormíamos cogíamos comíamos y leía música sin parar éramos nos sentíamos los personajes del parís de hemingway éramos este anahí niní y jerry miller y teníamos una vocación muy romántica por la la por el conocimiento era era era un momento de de momento exacto en el que de ese proceso de formación que había sido por un lado la facultad y por el otro estos espacios non santo de la literatura en donde nos rozamos con autores y autoras que venían de otros campos de otras clases de otros mundos esa combinación ya estaba por producir el efecto que luego tuvo que fue como está este este infinito hambre por por producir empezábamos a producir y eso no tenía sumamente excitado la idea de que aquello que nos había aterrizado que se alimentaba se transformaba en un motor de de la vida misma texto que se nos habría en el en la primera juventud como la posibilidad de una ser infinita no esa esa desmesura de la juventud que que en algún momento produce la sensación de no tener límites y um miguel y miguel era un símbolo antes de ya a convertirse en el símbolo que se convirtió creo yo porque para mí era lo más esencialmente libre que caminaba los pasillos de la escuela con una aprecia si a que irradiaba el foco y el desenfoque de una mirada que no estaba atada al cumplimiento de ninguna misión de ningún deber ni de ningún mandato miguel irá más allá de los mandatos y para mí significaba bueno lo hank no lo que yo qué era un un careta y un un yo-yo que cumplía con todos los mandatos deseaba ser él era para mí un