Donnie Darko (2001) - Carne de videoclub - Episodio 177

28 días, 6 horas, 42 minutos, 12 segundos, entonces será cuando se termine el mundo.

¿Por qué? ¿Tenéis los cabezales limpios? No importa el instante de la película que os encontréis, ha llegado el momento de rebobinar. Bienvenidos a carne de videoclub. Un carne de videoclub que más que una grabación de un podcast parece una fiesta furry, parece que hubiéramos venido aquí a echar unos polvetes, porque va todo el mundo con disfraces de peluchines.

A esto parece una fiesta gorrina, modernas. Por aquí tengo a un tío con un estúpido disfraz de conejo, que la verdad es que hacía mucho tiempo que no nos veíamos y no me lo esperaba aquí en una fiesta de este cariz. ¿Qué tal, Miki? ¿Cuánto tiempo? ¿Y eso tú por aquí? Rectifico. Primero, no es un disfraz de conejo, es un disfraz de monchichi. No sé si os acordáis de los monchichis.

Hostia, sí, tío. La canción monchichi.

Ahora se ha puesto muy de moda los bichos estos, que son como...

Sí, que se parecen.

Coreanos, no sé dónde son.

Sí.

Y eran como unos animalicos con unas pinzicas que se agarraban a...

Sí, sí.

Sí, sí. Tenían mala folla la pinchica, la pinchica esa, porque como te la agarras a la pinchica o a algún sitio así, porque de pequeño haces tonterías. Es peligroso, es peligroso.

A te paso.

Yo no.

A un amigo, le pasa a un amigo.

Ya, bien, bien.

Bueno, en la fiesta aquí, que estamos aquí de polvete y guarreo, lo podemos probar.

Claro.

Claro, por supuesto. Oye, Champi, te veo que vienes con un estúpido disfraz de zorrilla.

De zorrilla, pero que la he matado con mi atlantean. Yo soy cazador, porque yo soy nómada.

¿Eres cazador-proveedor? Que ahora se lleva mucho por el Tinder y esto.

¿Cómo? ¿Cómo cazador? ¿Cómo? ¿Cazador-provedor? Las mujeres buscan marones proveedores.

No, yo recolecto.

Tú recolectas, muy bien.

O sea que, no sé, han pinchado un hueso conmigo, con doble sentido, porque, vamos, yo únicamente dejo que me agarren de un único lugar.

Y veo que te has venido acompañado de un hombre que hacía mucho tiempo también, pero mucho, pero mucho.

Sí, sí, lo he cazado por aquí, por la serranía de Cuenca. Me lo he encontrado por aquí y digo, hostia, pues mira, vas en mi subotai, pero con menos pelo, eso sí, pero vamos, vas en mi fiel acompañante.

Agus.

¿Qué pasa, Agus? ¿Qué tal? ¿Qué pasa? Yo voy con mi disfraz de oso amoroso alopecico.

Tío, lo había pensado totalmente, me lo has quitado de la cabeza.

Y nada, pues aquí a ver qué podemos ofrecer. Y sí, hacía mucho tiempo, ¿eh? Yo creo que hace como ocho años que no salgo a las ondas, sí, sí.

Hostia, eso de tanto tiempo ha pasado.

Sí, sí, mi hijo tiene ocho años, mi hijo tiene ocho años. O sea, es la calculadora ideal porque lo dejó justo antes de que naciera.

Bueno, pues nada, bienvenidos, bienvenidos a Carne y Videoclub. Hacía muchos meses también que no grabábamos, que no nos juntábamos aquí. Champi y Pablo lo tenemos, se ha quedado fuera. A Pablo le dan cosita estos intercambios de fluido tan a la ligera y no ha querido venir. Pero bueno, nos hemos contado a ver un peliculón, a ver un clásico del cine de terror, de ciencia ficción, de viajes en el tiempo, de tantas cosas, ¿no? Que además nos gusta mucho, ¿no? Es una película no perfecta, pero que nos gusta mucho.

Sí, yo la adoro y os doy las gracias por haberme la hecho volver a ver recientemente porque tenía un buen recuerdo de ella. Hacía tiempo que no la veía y la he disfrutado muchísimo, muchísimo. Incluso matices que no había visto y buscando un poquito, ya viendo la película con un poco más de lupa, ¿no? Para poder sacar cositas para el podcast.

La he disfrutado muchísimo y he encontrado cosas que en su día no vi y creo que es una película, aparte que os viene a huevo con el podcast, porque yo creo que es una de las últimas grandes películas de videoclub. O al menos es de las que yo recuerdo, de estos descubrimientos de videoclub que hacíamos en su época. Yo creo que esta, sin duda, es una de ellas y de las últimas que pudimos disfrutar de esta manera.

¿Vosotros sí que sois uno de esos niños raros, un poquito darkos de la clase? En fin, no es por nada, pero parecéis que sí. Tenéis pintilla de ser un poco ahí los extrañejos de la clase del instituto, de los del grupo, de los que vestían raros, de los que escuchaban música un tanto extraña y de los que tenían unas aficiones fuera de lo común. Porque yo creo que a lo mejor es lo que nos atrae.