DOQ| 6X17| La colonoscopia es el nuevo Ctrl+Z

Bienvenidos y bienvenidas a Drama o Qué, el podcast de dramaturgia absolutamente innecesario. Me acompaña, que suenen los tambores, que suenen las trompetas, que suene el aleluya, la versión de Leonard Coyne, que luego te hablaré del tema del copyright, pero esto yo creo que no lo va a detectar. Sigue, sigue, sigue. Me acompaña el autor perdido, el hombre que vive por encima de sus capacidades físicas, el multipremiado compata de ganso, David Montero. David Montero, David Montero, David, David, David Montero. Bueno, Javi, ha sido duro para ti, estás solico. Hostia, solo, atravesando el desierto.

Te digo, escuché el último este del decálogo del guionista y me dio una pena terrible, digo, tengo que ir a salvar a mi amigo, ¿sabes lo que te digo? Porque de aquí a este es el programa de Me Suicido, había un pasito. Bueno, hay que tener en cuenta que normalmente hay un desfase de una o dos semanas entre la grabación y la emisión, porque el otro día, alguien me dijo lo mismo, dijo, es que escuché el otro día, digo, sí, sí, estaba mal, ese día estaba mal. Pero y grabaste, eso está muy bien, te vino bien grabar. Claro, es que al final, para mí es una tabla de salvación, yo al principio, cuando empezamos esta temporada y estaba claro que... Que yo no iba a hacer nada.

Que tú eres el invitado, el invitado, el convidado de piedra. Claro, y tú planteaste la idea de, bueno, pues hagamos menos programas, que en un sentido práctico, es lógico, porque recordemos que este programa nos cuesta el dinero. Así que dije, bueno, hagámosle caso a David Montero, que le va muy bien, hagámosle caso. Pero claro, yo no hacía esto por recordar, nunca ha estado el dinero, a veces ha caído. Sí, eso sí, eso hay que reconocerlo. Ha caído un maná que no esperábamos.

Pero nunca ha sido el objetivo. Nunca ha sido el objetivo. Pero claro, yo el otro día escucho ese programa, ¿sabes cómo empecé con este programa en 2020 para salir de la depresión y aquí vuelvo a estar en él para salir de la depresión? Digo, mi amigo, ¿es que se suicida? No, no, no, no, no, porque vivo un primero. Y porque a la semana siguiente estabas perfecto, ¿sabes? Que de pronto la gente te decía, pero bueno, tío, estás fatal.

Y dices, no, eso fue la semana pasada cuando grabé. Bien, ¿cómo se llama eso? Loquito. Inestabilidad. Inestabilidad emocional y anímica aguda. Ahora yo te entiendo perfecto. Ahora me estoy dando cuenta que me he comprado unos auriculares baratos, porque el otro día se me olvidaron los míos, que no es que sean caros, pero son mejores. O sea, valen diez veces más que lo que vale este.

Y se escucha fatal, claro. Ya, pero también te digo, ¿eh? Que yo el mío no tampoco lo escucho bien y son unos beringueros. Oh, ahora lo escucho mejor. Ah, bueno, entonces era cuestión de volumen, porque el cacharro este no tiene mucho más. Es que yo estoy mejor ahora. ¿Tú no? Yo estoy mejor, sí. Si te subes el volumen. No, estoy mejor de antes. Vale, bueno, yo no... Entonces, cuidado. Perdón, perdón.

Esto se va a subir dentro de dos semanas. Claro, o sea, moraleja, seguid pendiente de mí. Bien, bien, bien, bien. Lo que es bien ya para siempre no estoy. No, porque dentro de dos semanas estaré abriendo una puerta que nunca había abierto. ¿Semana Santa? Justo después de Semana Santa. Una puerta que nunca habías abierto. Igual lo cuento, igual no. Hombre, ahora no me dejes así. Lo cebo, lo cebo. No dejes a la audiencia.

Está cebado, está cebado. Es algo que cualquier persona de más de 50 años tiene que hacer.

Ah, vale, ya sé lo que es. Los mayores de 50 ya lo saben. Los menores, que vayan preguntando.

Yo todavía no, todavía no. Pues ya llegará. Me toca, me toca. Yo fui al médico especialista, porque iba a ir al médico de atención primaria estándar. Sí, sí, sí.