Dora, la mujer de la escoba y las calles

Dora Escobar Pérez tomaba diariamente una escoba y salía a barrer las calles
tuneras acompañadas de sus tres niños pequeños y una vida llena de sacrificios.
Desde los 15 años comenzó con sus primeros trabajos, llegando a obtener 22
años consecutivos el título de vanguardia nacional en Comunales.
Tengo 76 años de vanguardia nacional, 22 años consecutivos, con todos los honores.
Y muchas cosas, trabajé bastante, porque para ser vanguardia hay que trabajar, hay que sacrificarse.
Me tenía que levantar a las 2 de la mañana, no tenía horario para trabajar.
Y yo andaba con mis tres muchachitos, barriendo.
Hasta que ya los muchachos ya crecieron un poquito, ya continué sola.
Siempre le preguntaban que por qué teniendo otros talentos, como la costura y el bordaje,
ella se dedicaba a barrer calles, y aunque no la avergonzaba, sentía tristeza,
pues ella no pudo estudiar debido a la edad, y en escoba encontró el sustento para sus hijos.
Uno me dijo, ¿por qué tú vas de calle abriendo tantos trabajos?
Ponte a coser, ponte a hacer una escuela de bordaje, y yo sé bordar, sé coser.
Lo único que no sé es una sola cosa, y es que no estudié.
No pude estudiar por dos años.
También tiene sus recuerdos amargos de cuando muchas veces se burlaban de ella,
o le viraban su carrito en la calle, porque sí, hay mucha gente mala en el mundo,
que no valora el trabajo de otros, o que denigran a las personas por lo que hacen.
Muchas cosas que le suceden a uno en la calle, maltrato, le viran el carrito.
Pero bueno, me sentía orgullosa de barrer calles.
La escoba se hizo su mejor aliada en una ciudad sedienta de limpieza,
y el deber de hacer su trabajo con excelencia fue lo que la llevó a ser galardonada en disímiles ocasiones,
que hasta el día de hoy sigue creyendo que barrer calles es uno de los trabajos más valiosos en una sociedad.
Para este espacio informativo, Divian Cruz Oliva.