Hoy en día sabemos que la gran mayoría de las galaxias tienen agujeros negros supermasivos en sus núcleos. Y también sabemos que las fusiones de galaxias son frecuentes, tenemos muchos ejemplos a mano.
Entonces, las preguntas son, ¿Qué ocurre con esos monstruos supermasivos cuando sus galaxias colisionan? ¿Qué pasa con los agujeros negros en términos de su crecimiento, de su dinámica, de sus movimientos, en términos de la influencia que tendrán en la evolución de la nueva galaxia recién formada por la fusión, en términos de la fusión de los agujeros negros, si es que llega a ocurrir?
Bien, pues un descubrimiento recién publicado podría dar algunas respuestas.
Hoy en el Cosmos les platico sobre UGC 4211, un par de agujeros negros supermasivos que podrían ser la punta del iceberg de una población de objetos que habitan entre las galaxias fusionadas.
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