DUENDE JOSELE Y LA FAMILIA INDÓMITA un concierto en Zafra. Escúchalo en Radio Emisur

Duendejo se le recalaba este fin de semana en su zafra natal, acompañado de su banda Familia Indómita, con el concierto que abría la gira denominada Diez Años, que el artista define un tiempo sobre todo de aprendizaje, de volar un poco más libre, de creer que se puede tener una voz propia, y en el teatro de zafra así lo demostraba ante familiares, amigos y paisanos, con mucha autoexigencia, ante un auditorio prácticamente repleto.

En el concierto presentó su último proyecto, Amigos y Maestros, compuesto por 30 canciones y otras tantas colaboraciones de artistas de primera fila, donde fusiona rumba, rock, cumbia, reggae, swing, tango, ranchera, sonidos fronterizos, canción de autor, rap y poesía, que para Duendejo se le no es solo un disco de música, sino también un posicionamiento activo frente a la vida y al arte. Escuchamos a los artistas Duendejo Sele y Miguel Imarín, que hacían estas declaraciones ante los micrófonos de Radio Emisur.

Duendejo Sele, ¿qué tal? A punto de salir a las tablas del Teatro de Zafra, diez años en el mundo del espectáculo, por lo menos componiendo, aunque mucho más desde que estabas en los brazos de la abuela Cecilia. Bueno, está la vida haciendo un poquito de descomposición y descomposición, porque sigo componiendo, pero también sigo descomponiendo a mucha gente. Y aquí estoy, aquí estoy a salir un ratito, un poquito nervioso, pero con ganas, con ganas. Llevabas tres años sin pisar ninguno de los escenarios de Zafra, acabas de volver con la gira Décimo Aniversario, o diez años.

Bueno, he hecho algunas cosas en Zafra, pero siempre más solidarias, más de colaborar con compañeros, pero ha sido un concierto grande mío, con la banda, con el teatro, con toda la parafernalia, ya hacía tres añitos. ¿Qué ha pasado en todo este tiempo, hasta aquí? Hasta hoy, pero los tres años últimos, ¿desde cuándo? O desde el Décimo Aniversario, que es la primera vez que uno se puso a componer. Sí, son diez años de volar un poco más por libre, de creer que se puede tener una voz propia, se aprende, sobre todo se aprende.

Para mí el camino ha sido básicamente aprendizaje, es con lo que más me quedo, sí, sí.

Y decías que estabas, quizás, con un poquito los típicos nervios de antes de salir a cantar, antes de que comience el concierto. ¿Esto siempre ocurre, por más años que pasen? No siempre ocurre igual, porque yo en Zafra me pongo especialmente nervioso, pero sí me suele pasar que un poquito de hormiguilla en el estómago suelo tener siempre.

Creo que es bueno también, porque sales con la cosita esa y sales como en guardia, a disfrutarlo y a sentirlo un poquito más. Pero bueno, yo hoy, como suele ser lógico, pues canto para mi familia, para mis amigos, para los paisanos.