E785 Cómo hacer pausas conscientes en momentos de tensión para evitar daño verbal

Te ha pasado que en medio de una discusión dices algo y al instante sabes que fue demasiado tarde. Esa frase que sale sin filtro, sin medir, sin pensar y que luego se queda flotando en el aire como una astilla entre los dos. Te prometes no hacerlo de nuevo pero la próxima vez cuando la sangre sube y las palabras se atropellan, vuelves a caer.

No hay falta de amor, es que cuando el corazón se acelera, el cerebro deja de escuchar. Reaccionamos en lugar de responder y en ese instante, sin darnos cuenta, el deseo de tener la razón se vuelve más fuerte que el deseo de cuidar al otro. Hoy vamos a hablar de algo simple pero transformador, la pausa consciente. Ese segundo de aire que puede evitar una herida, esa respiración que separa el impulso del arrepentimiento.

Basados en el trabajo del médico y pionero del mindfulness, John Kabat-Zinn, aprenderemos cómo entrenar la mente para no reaccionar desde el enojo, cómo tomar distancias sin huir y cómo proteger la relación de las palabras que dejan cicatrices. Porque amar no es hablar sin parar, es saber cuándo detenerse, cuándo respirar y cuándo volver a conectar. Yo soy Rogelio Castellanos y esto es Sexo, Amor y Parejas, el podcast donde tenemos conversaciones honestas, abiertas pero sobre todo explícitas acerca del amor, las relaciones de pareja y el placer sexual. Recuerda seguirme en las redes sociales, me puedes encontrar como psicólogo RC en Facebook, Instagram y Twitter. También recuerda suscribirte al podcast, darle me gusta y compartirlo para que así te llegue una notificación cada vez que suba un episodio. Muy buenos días a todos, feliz viernes.

Hoy es viernes 10 de octubre del año 2025 y son las 6.55 am hora de Venezuela. Hoy tenemos un episodio interesante. Todos en algún momento hemos pasado por una situación donde hacemos un comentario que no pensamos, que no racionalizamos, que ni siquiera lo teníamos allí presente, pero que fue el comentario que digamos fue al punto, a la herida, le echó sal a la herida y después que lo soltamos, después que lo terminamos de pronunciar, casi que nos mordemos la lengua y la cagué, porque sabemos que fue un comentario malsano y malintencionado, que no lo hicimos a propósito o por lo menos no en la mayoría, en la inmensa mayoría de los casos no se hace a propósito, sino que nuestro cerebro está en modo supervivencia y decimos lo que está allí, pero que bajo otras circunstancias no vamos a verbalizar o no lo haríamos por lo menos.

Entonces debemos entender que es algo común, es algo natural en cuanto a cómo funciona nuestro cerebro, pero que si no lo aprendes a dominar, que si no lo aprendes a trabajar, le puede hacer daño a tus relaciones de pareja. ¿Por qué hablo de tus relaciones de pareja? Porque si eso es un hábito muy arraigado en ti, probablemente tus parejas, tu pareja actual, bueno está allí, pero el anterior probablemente o la anterior probablemente tuvieron el mismo problema y así el anterior y así el anterior o la anterior, etcétera, etcétera. ¿Me entienden lo que les quiero decir? ¿Que a dónde voy? Que es un hábito que carcome, destruye la relación desde adentro, la erosiona, es como una implosión.

Ustedes han visto en internet esas tomas donde implosionan los edificios, donde van a derribar un edificio y obviamente una explosión no es lo ideal, que las piezas salgan, las partes del edificio salgan volando por todos lados, sino que se busca que el edificio caiga sobre sí mismo. Si son de mi época, aquella obra majestuosa del ilusionismo de David Copperfield, donde lo encierran en una caja fuerte y lo meten en un edificio que están a punto de derribar. Bueno, a eso me refiero. Bueno, eso es lo que sucede cuando tú no aprendes a acalmar tu mente, a pensar.