Ecos del Corazón 028 - Quién soy?

Si somos criaturas de dios padre si del nazismo cia el volveremos porque buscamos nuestra identidad en otros lugares fuera de dios bienvenidos el corazón con la hermana gracias una de palabra una muñeca de sal recorrió miles de kilómetros de tierra firme hasta que por fin llegó al mar que fascinado nada por aquella móvil y extraña masa totalmente distinta a todo lo que había visto hasta entonces quién eres tú le preguntó la muñeca de sal al mar con una sonrisa el mar le respondió entra y prueba lo tu misma avanzó decididamente dentro del agua esta progresivamente la iba envolviendo le arrancaba algo dolorosamente a cada paso la muñeca perdía algún fragmento cuanto más avanzaba más se sentía disminuida de alguna porción de sí misma y le dominaba más la sensación de comprender mucho mejor pero no conseguía aún saber del todo que era el mar otra vez repitió la pregunta qué es el mar una última ola se tragó lo que quedaba de ella y precisamente en ese mismo instante en que desaparecía perdida entre las olas que la arrastraban llevándose la no se sabe donde la muñeca exclamó ahora sé quién soy soy yo la experiencia de dios no puede ser distinta en la que tuvo en la muñeca de sal para conocer el mar diluida completamente neil desapareciendo de ella poco a poco y haciendo secunda con el mar entendió quién era cuando más morimos a nosotros mismos y a las cosas pensamientos y criterios de este mundo más nos encontraremos con nosotros porque somos hechos a imagen y semejanza de dios por tanto ese sello divino está marcado en el corazón nos pertenencia e identidad no somos el mundo no somos hecho de no le pertenecemos y significativo puede ofrecer y no me refiero al rechazo de lo naturalmente bello y bueno que ellos nos en la materia humana me refiero a la búsqueda de lo eterno lo verdadero lo que no tiene fin y que sin duda merece infinitamente la pena que nos esforcemos por alcanzar y el precio es la entrega si dona dar más aún darnos ofrecerá aquello que más me cuesta dejarnos morir un poquito más cada vez como la muñeca de sal hasta llegar a ser una con dios como juan el bautista que yo disminuya para que el crezca espíritu divino llenar nuestro ser nuestro corazón tu presencia benito maestría donde lo que te pertenece de e inunda nos más sin más de ti para vaciar nos de nosotros mismos de aquello de lo que nos hemos ido llenando a lo largo de nuestra vida y que una pesa como un lastre no nos permite polar con alas de libertad hacer nuestra patria verdadera que necesitamos te amamos y te anhelamos pero una mente porque definimos y a ti volveremos y como dice san agustín nuestra alma estará inquieta hasta que descanse en ti mí también pues en busca de dios no lo demás entremos en el mar