Edilberto el sepulturero, un trabajo de mucha sensibilidad

Muchas personas comentan que jamás trabajarían en un cementerio por eso de las historias que
siempre escuchamos sobre los muertos, pero es un lugar en el que perfectamente te puedes desempeñar
en el plano laboral. Para Adelberto Ginebra Ronquillo, de 49 años de edad y muchos dedicados
a la labor de sepulturero, en la necrópolis municipal de Colombia, perteneciente a la
unidad presupuestada de servicios comunales. Yo entré aquí normal, esto es un trabajo igual que
yo no tengo, no tengo temor a nada, desde que entré fui trabajando, haciendo sumación,
haciendo entierro normal, igual esto es un trabajo igualito, sellar y sacar eso es una normal,
eso no, yo por lo menos no tengo, no tengo temor en ninguna de las cosas. Cuando tengo que enterrar
algún niñito, cuando tengo que hacer un entierro de un niñito, de chiquito, que eso no es fácil,
de seis meses nacido no es fácil, y vuelvo así, para enterrarlo, tú me entiendes, no es fácil,
ahí se la calabro uno las patas, hasta la lengua se la calabro con el lío de entierro del niñito,
algún niñito o algo así, eso no es fácil. Edilberto narra lo difícil que fue enfrentar
la COVID-19. Bueno, aquí esto fue, aquí nosotros no descansábamos, no teníamos día libre,
cuando pensamos que eso ya venía de pasarnos la noche entera aquí, enterrando y sacando,
enterrando, enterrando, enterrando, 2 y 3, 2 y 3, cuando veníamos que eso,
corre que viene otro más allá para acá, estar aquí trabajando quitó el tiempo.
A pesar del momento tan triste por el que transitan los familiares de los fallecidos,
el agradecimiento llega. Nosotros somos tranquilos con las personas, nosotros tratamos las
personas tranquilas, sin faltar respeto, aquí no se puede estar faltando respeto,
no se puede hacer nada, no, no, tranquilos con la persona y si hay que hacerle algo a eso,
ayudarle en cualquier cosa, algún trabajo o algo, se le ayuda y se le presta el servicio
por equipo y trabajo. ¿Son muy agradecidos con ustedes? Muy agradecidos son con nosotros,
y se van agradecidos el trabajo con nosotros que yo efectué, así en la sumación que en entierro,
se van muy agradecidos con el trabajo. Realizar entierros, inhumaciones, mantenimiento y limpieza
de nichos puede ser pesado, tanto por el sacrificio físico como por la carga emocional.
Labor en la que condenará Edilberto Ginebra Ronquillo, uno de los sepultureros de la
necrópolis municipal de Colombia. Bueno, yo sigo aquí hasta que tenga fuerza y voluntad
aquí todo el tiempo, que esté aquí trabajando, que me gusta, porque este trabajo me gusta,
a mí no eso, a mí me gusta el trabajo este, yo hasta que haya prueba, hasta que se pueda.
Realización Luis David Martínez Pupo, periodista Raúl Rodríguez Aguilar.
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