Efectos de un Avivamiento (III Parte)

Quiero hacer esta concientización a todos los presentes y a nuestros hermanos en línea.

El Señor desde el principio estableció el valor de reunir a su pueblo en un lugar escogido o determinado. Dicho lugar sería el lugar de encuentro entre Él y ellos. Por ello hacemos bien en estar hoy en el Templo, como lo hemos hecho en el pasado, y queremos hacerlo hasta su venida. ¿Cuántos están de acuerdo? Aleluya. El texto bíblico ya está conocido por todos, ya sea por nuestras lecturas pasadas o porque lo hemos mencionado acá, es del libro de los Hechos, capítulo 3, versículo 19.

Así reza la Palabra de Dios. Así que arrepentíos y convertíos, aunque tiene que decir y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados, para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio, para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio. Por ello pongo como primer punto en exclamación, avivamiento ya, avivamiento ya, avivamiento ya, avivamiento ya.

Y note las palabras referentes, arrepentíos y convertíos, fíjese, arrepentíos y convertíos, para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio, hemos de proceder antes al arrepentimiento y a la conversión. Arrepentíos significa tener otra actitud, otra actitud o cambiar de actitud, eso es arrepentíos una vez más, tener otra actitud, cambiar de actitud. Y convertíos significa volver, dar vuelta, cambiar la dirección. Ahí usted puede considerar esas dos palabras con sus implicaciones y podríamos a esta hora, de una manera ligera, hacer como un examen de conciencia.

Si hemos procedido a ambas acciones, si eso ha sucedido en nosotros, desde luego nuestra vida está demostrando qué significa ser cristiano. Ser cristiano no significa dar la vuelta de una religión a otra, eso no es ser cristiano. Ser cristiano no significa dejar la iglesia tal y estar en la cual, no, lo que sea que nosotros consideramos, pero teológicamente eso es lo que nos nos debe de conducir. Arrepentíos, tener otra actitud, convertíos, volver, dar la vuelta.

Entonces, el avivamiento comienza con la necesidad de un reencuentro con el Señor.

Note que a esta altura, esta escritura bien propuesta,