Los efectos y defectos de la campaña permanente

CAMPAÑAS ELECTORALES PERMANENTES
Cuando tenía 6 años mi padre entró de alcalde, salió cuando tenía 30. La cuestión siempre fue  la misma: ganar en un municipio adverso ideológicamente. Ganar como progresista en un pueblo con una estructura social bastante conservadora, agrícola minifundista, religiosa, muy tradicional. Un pueblo precioso.
Tal vez ese hecho, el de conseguir que una parte importante de los votantes potenciales del adversario votara a quien yo más quería, me influyó para que primero de manera motivacional, y luego profesional, me centrara en la importancia de la comunicación política para ganar unas elecciones.
A lo largo de estos años, una cosa no ha cambiado: la política si no la haces te la hacen; pero una cosa sí ha cambiado: la política de ahora no es la de antes. A la mayoría de los ciudadanos y ciudadanas no les gustan ni los políticos ni la política; y por otra parte, estas mismas personas están saturadas por un exceso de publicidad en los medios de comunicación. A los políticos les cuesta llegar a ellos con sus mensajes, persuadirles. 
Cursé la Licenciatura de Sociología, un Postgrado de Dirección de Campañas Electorales y un Máster en Comunicación y Organización, y en las tres cosas se incidía en lo que yo, muchos años antes, ya aplicaba de manera intuitiva: la campaña permanente; pero ahora añadiendo nuevas formas comunicacionales, más emocionales, más cerca del espectáculo. Como Tele 5.
¿Cómo se ganan unas elecciones hoy?, o mejor dicho, ¿Cómo es más difícil perder unas elecciones hoy? Llevando todos los frentes a la vez: racionales y emocionales. Con buenos análisis previos, con investigación, con una adecuada estrategia electoral, con una buena historia que contar y contándola bien, con actos pensados para la gente que los escucha, otorgando a cada uno de los medios la importancia que se merece, acercando los candidatos a los electores, estableciendo las funciones del equipo de campaña, no perdiendo de vista a todos los agentes sociales, y lo que es muy importante si estás en el poder: rentabilizando la gestión gubernamental durante toda la legislatura. Llegar al día de las elecciones con el trabajo adelantado.
Como las fallas en Valencia. Al otro día de la “cremà” empiezan las actividades para el próximo año, todos los falleros y falleras se motivan inmediatamente para que su falla gane en las siguientes fiestas, y emprenden las tareas para ese fin con las cenizas aún calientes. LA CAMPAÑA PERMANENTE.
Joan Gonçales i Nogueroles.