En 1908, cuando el escritor norteamericano Howard Phillips Lovecraft contaba con apenas 18 años su estilo creativo navegaba, según los críticos, a la deriva del Maestro Edgar Allan Poe. Era tal su admiración por el genio de Boston que Lovecraft parecía contagiado de su prosa, poseído por un espíritu premeditado de lenguaje arcaizante y recargado, cercano a las clásicas narraciones góticas, y alejado todavía de los innombrables padeceres del Horror cósmico. Lo que los críticos admiraron en Poe, lo repudian aun hoy en Lovecraft, calificándolo de mera imitación. Incluso el propio Lovecraft renegó de sus textos de adolescencia, entregándolos a las llamas en algún momento de aquel fatídico año, en lo que ha dado en llamarse, "La purga de 1908". Claro que, por aquel entonces, el joven Lovecraft no podía si quiera imaginar hasta dónde llegarían sus tentáculos, y se deshizo de practicamente todos sus relatos de juventud.
Pero afortunadamente para nosotros amigos, decidió conservar uno muy especial, escogido de entre su maraña de pavores. Quién sabe qué poderes ancestrales desviaron su mano en el momento justo de arrojar nuestro relato de esta noche a la inevitable combustión de las llamas Primigenias...
Acompañennos pues amigos, acomódense en su cubil favorito y recorran las ruinosas estancias de este castillo de linajes olvidados. Padezcan junto a nosotros la fascinación y el horror que sólo el maestro Lovecraft puede recrear entre oscuras maldiciones y experimentos blasfemos, bajo la amenaza silenciosa de "El Alquimista".
Comments
La voz del narrador de la intro resulta ridícula...
Gótico!!!!! Fascinante! !!!!!!!! Perfecto! !!!
Este es mi relato favorito, todo el misticismo que hay detrás y como lleva poco o poco hasta el final es genial pero no puedo dejar de mencionar la conclusión fue muy alentadora. Gracias por compartir
Gracias. Soís mi banda sonora para leer la biografia que le dedicó Sprague
magistral
Impresionante.
Para ser Lovecraft, no me cuajó bien la narración. Lo que valoro bastante es la parte de envalentonar a los jóvenes escritores de compartir su trabajo porque ne toca la vena sentimental. Quiero escribir y tu trabajo me facilita los estilos narrativos de valiosos maestros.
GRACIAS POR TU GRANDIOSA NARRACION
Me encanta escuchar los que son del hijo maldito de Providence. Me encanta como suena Chevaliers de Sangreal en el fondo.
Saludos desde Tenerife. Gran trabajo... como siempre.