"El Dios Impedido" de Amparo Montejano

Es más que evidente se nota en el aire respirar se y si acaso le pones un cierto grado de atención tampoco demasiada el odio con el que sabes que te miran los ojos de tus vecinos larva dos y blancos te hace sentir como él siempre extraño del pueblo al que han ido a parar otra vez nuestros pobres wars papa nunca se queda demasiado tiempo en el mismo sitio porque son vive para trabajar trabajar y trabajar para poder comer o beber he tenido demasiado claro en nosotros nosotros vivimos en las sombras de papa almacenando sus calzones y plan quedando las flemas de sangre que tratan noches esparce por la casa manteniendo la obediencia que el quiere que habita entre las paredes y que gracias a los golpes estados que reparte con la hebilla punta de su cinturón de cuero nos ha enseñado a de verle y como tenemos que cuidar de papá no perdemos el tiempo como lo hacen los otros chicos el cuadro nos vamos al colegio ni jugamos al balón tampoco tenemos una ni quedamos en las casas de otros niños para merendar porque papa dice que es de quedar es cosa de gaza chinas y lo de merendar tener nasas por eso mis hermanos y yo no he sabido exactamente cuántos somos siempre mantenemos nuestras preciadas posesiones a buen recaudo cada uno en su cajita de cartón con olor a huevo por si tenemos que salir corriendo en mitad de la noche escondernos yo metro en ella un montón de capas capas blancas amarillas verdes y negras dependiendo de la botella que papá traer a casa por eso es tan importante el trabajo de papá porque sea papa en su trabajo no le dan dinero papa no traía casa botellas grandes y bonitas rematada con capas de aluminio brillante y ojos raros porque cuando el trabajo de papas se acaba cosa que suele pasar muy a menudo papa no compra más bote ellas de grandes ni pequeñas y bonitas ni feas y tampoco compra carne huevos leche y entonces a todos se nos salen hacia afuera las costillas y las tripas nos roja en muy fuerte pero nunca se lo decimos a papá porque sabemos que eso le molesta maría y la hebilla en punta de su cinturón de cuero no sería mucho daño para conocer todos los rincones todos los huecos que existen para esconderse trasera parador en las grietas de la escalera o bajo el mueble del cero y si no se encuentra se cerraría aunque papa diga que eso de llorar es cosa de chaquetas por eso nunca le decimos nada y nos damos los dedos los unos a los otros para matar el hambre que corramos y nos es contamos papá escuela y no se encuentra sin necesidad de los las bombillas hace tiempo que no alumbran y sólo sirven para balancear sea un lado y al otro como si fueran ahorcados que juegan a descolgar se desde lo alto del techo que nunca has visto aún ahorcado josé sabes a qué se parece a las bombillas quemadas negros como el carbón con la lengua larga sumando hacia afuera eso o algunos porque otros no llega ni a sacar la lengua en el momento en que caen el cuello les crujen y se quedan ahí balanceando se con la cabeza hacia un lado y el cuerpo hacia el otro pero nada miedo porque luego despiertan y te piden que les ayuden a quitarse la soga ya enderezar es la cabeza no dan miedo da más miedo papa cuando no tiene botellas a las que agarrarse y se siente solo y camina por la gritando nuestros nombres y agitando en mitad de la noche su oscuro cinturón de cuero y suelo de sangre por eso queremos que papá trabaja y no estén casa aunque eso no ocurra a menudo para que no creyente y no nos cual hace el techo porque cuando lo hace la casa se llena de vecinos menos molestos con sus linternas y aunque nos quedemos muy callado si es con deditos entre los