ELDT: Audio relato Everglades de Mira Grant

Varias luis that's evidente jordi yours miramontes yo ya me vi ya sí moisés ya usted me sirve dónde que muchos niños veía enamorado el olor que rodea el destrozado cadáver del campus es intenso maduro y verdoso un fuerte olor a reptil de los pantanos y misterio se cuela por ventanas cerradas y por las grietas impregna todo lo que toca por la vacía extensión de la plazoleta central del campo us la bandera verde colgada de la ventana más alta del edificio de física ondea al viento indica la localización de los supervivientes que esperan un rescate que tal vez nunca llegue me pregunto si allí huelen el pantano tanto como aquí metidos en sus aulas llenas de aire silencioso do donde la búsqueda de los misterios del universo se ha visto reemplazada por la búsqueda de la simple supervivencia algo atraviesa toda velocidad el camino que lleva hacia las satake ha venido muevo el telescopio en esa dirección con la suficiente rapidez para ver desaparecer a un gato grande y negro bajo el puente de los besos no he visto nada mayor que un perro perdido en las horas que llevo de guardia eso no significa que sea seguro dejar de mirar los aligátor es son invisibles hasta que atacan perfectamente mimetizados con su entorno en este mundo muerto los zombis son aún más difíciles de ver de la la zeta en el alfabeto de los depredadores esto es california a todo un mundo de distancia de florida pero ahora ya no importa los everglades están aquí me inclino contra el alféizar recorriendo todo el campus con la vista y respiró el eterno e incansable olor del pantano yo tenía ocho años y west doce la última vez que visitamos a nuestros abuelos en florida para no perder la costumbre familiar la abuela y wes desaparecieron en seguida para tumbarse en playas soleadas intercambiando horas por anclas y conchas de mar rotas mientras que yo fui directa a los brazos con aroma a tabaco del abuelo el abuelo era mi conspirador secreto el hombre que no pensaba que la pasión por las ser clientes y reptiles fuera algo extraño en una niña rubita de ohio como yo nuestras visitas eran maravillosas llenas de escapadas a los dos granjas de liga es y las casas atiborradas y algo siniestras de los coleccionistas privados que mantenían sus tanques de serpientes