
Ella quiere volver a pintarse los labios de rojo

Description of Ella quiere volver a pintarse los labios de rojo
Bienvenidas/os al "Chapter 9".
Os presento un episodio muy especial para mí.
Lo he creado desde la emoción y el amor.
Por primera vez, y no por última, voy a hablar de la pérdida y de la nueva etapa que abre perder a una persona importante.
Espero que os guste tanto como a mí me ha gustado grabarlo.
Sed felices
@recalculando_ruta_podcast
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Mi nombre es Vici Rodríguez y esto es Recalculando Ruta.
¡Bienvenidas y bienvenidos!
Hoy quiero hablar de un tema complejo.
En esencia, la reflexión que voy a plantear es cómo a veces,
incluso tras sufrir mucho, por ejemplo, tras una gran pérdida,
se abren también nuevas etapas que podemos plantearnos desde una perspectiva de autocuidado
autoconocimiento, apertura de mente a nuevas aventuras.
Es algo que parte de un dolor inmenso, por eso digo que es complejo.
Sin embargo, me parece positivo que alguien pueda escucharme desde mi
perspectiva favorita que es la de recalcular ruta.
Bien, queridos oyentes, comenzamos.
No me dejo ver demasiado por Instagram, aunque estoy trabajando en ello,
pero quien me conoce sabe que por norma general suelo pintarme los labios de rojo.
A veces es lo único que me pinto.
No llevo maquillaje, colorete o rímel, pero sí llevo los labios rojos.
Es importante para mí.
Voy a contarte una historia.
Por la parte materna, soy la pequeña,
con gran diferencia de mis primos hermanos y respecto a mi hermano también.
Mi madre tiene una hermana, mi tía, aunque nunca hubieras dicho que comparten ADN.
Mi madre es una mujer pequeña, morena, con chispa en los ojos.
Es risueña, especialmente sensible, emocional y altamente impulsiva.
Dinamita.
Poco le ha importado siempre adornarse.
Ella es sencilla.
Mi tía, sin embargo, es alta, rubia, de ojos azules y ha sido siempre muy imponente.
Es un tema de actitud.
Cuando era pequeña, recuerdo mirarla manteniendo la distancia y con mucho respeto.
Su mirada siempre iba alta, la barbilla bien arriba y cuando hablaba se hacía escuchar.
No por elevar el tono, sino por el tono en sí.
Le gustaban los bolsos de piel, las gafas de pasta grandes.
Siempre he dicho que mi tía tiene un aura hollywoodiense.
Carmen Sevilla y mi tía podrían haber sido dos estrellas tomando café como iguales.
Mi tía, además, llevaba siempre los labios rojos.
Yo tuve la suerte de pasar muchísimo tiempo con mis tíos.
Eran bastante más mayores que mis padres y de alguna forma adquirieron el rol de abuelos.
Así que me mimaban, presumían de mí todo el tiempo,
me prestaban toda la atención del mundo, todo era para mí.
Hicieron de mi infancia y de toda mi vida, en realidad, algo muy bonito y especial.
Yo miraba a mi tía retocarse antes de ir a misa.
Cogía su barra labial roja, súper desgastada,
y soñaba con llevar los labios igual que ella.
También quería su semblante y poderío.
De forma totalmente inconsciente, ella me inspiraba.
Era una mujer tan fuerte y tan elevada, ¿cómo no iba a querer parecerme un poco a ella?
Con el paso de los años, otros menesteres azotaron nuestras vidas, la vejez entre ellos.
Las personas tienden a prestar menos atención al tema de adornarse según va pasando el tiempo.
Supongo que cada uno tiene sus motivos.
Asumo que hay una parte de pereza, de disminución de vida social.
Quizá dejamos de hacer y probar cosas y lugares nuevos.
Las rutinas ya no se ven interrumpidas tan a menudo.
Por otro lado, es posible que el amor, si tenemos pareja, también mute y cambie de dinámica.
Para mí, es muy importante cuidarme por dos motivos.
El primero soy yo misma.
El segundo motivo es porque quiero ser siempre una diosa a ojos de mi pareja.
Sí, tengo súper claro que no es necesario maquillarse para ser una diosa,
pero cada una utiliza las herramientas que le da la gana para sentirse sexy, ¿no?
Quizá las tuyas son las transparencias.
Y si eres un hombre, puede ser la camiseta que te marca bien el brazo.
La mía son los tacones y los brazos.