Emprende Salud #27. La necesidad de crear una buena estrategia de precios en tu clínica

Porque seguro que la mayoría de vosotros podríais estar cobrando más si lo alineamos por el lado correcto.

Tendrías que saberlo, ya está, porque a lo mejor es que estás tirando todo al agujero.

Igual que somos sanitarios, somos empresarios y los números tienen que cuadrar porque si no ni ayudamos a la gente ni nos ayudamos a nosotros mismos.

Bueno, bienvenidos a otro capítulo de Emprendesalud.

Hoy conmigo tengo a Ricardo.

Hola chicos.

Otro día más.

En la oficina, además, de verdad.

Sí, sí.

Y bueno, con otro tema súper interesante que teníamos por ahí esperando, yo creo que en algunos de los capítulos anteriores sí que tangencialmente lo hemos tocado, pero creo que los precios se merecen su propio día.

Además, más ahora que bueno, empezó el año, la gente está ahí pensándoselo, ya se han llegado los nuevos precios, que si sube el IPC, que si no sé qué, que si no sé cuál.

Todo esto lo hemos tocado así un poco tangencialmente, pero bueno, es momento de poner el punto sobre la i.

Sí, al final hay que coger en detalle las cosas y es un tema que es complejo y creo que en mucha medida por la parte emocional, casi más que la técnica que pueda llegar a tener el establecer precios, es de lo que tenemos que hablar hoy, de poner un buen precio en nuestra clínica.

Creo que tiene muchos más componentes emocionales a veces que la propia cosa técnica, ¿no? Sí.

Porque todos tenemos miedo a parecer caros, por ejemplo.

Bueno, y el bagaje emocional que comentas también es porque llevo, no sé, cinco años con la clínica abierta, mis clientes están contentos, ¿cómo les voy a subir yo el precio? Sabes, ¿cómo les voy a hacer eso? Y es algo hasta personal, ¿no? Entonces, entiendo el miedo, pero claro, es que la vida sube, vosotros mejor que nadie lo sabéis, que cada vez está todo más caro y no puede ser que tengas el mismo precio que hace diez años cuando abriste.

Sí, eso hay que revaluarlo cada X tiempo y luego comentaremos un poquito todos estos asuntos más en detalle, pero sí que tienes ese punto emocional, ¿no? Es decir, yo siempre he cobrado esto y si ahora lo subo, qué van a pensar y demás.

Bueno, luego hablaremos sobre ello, que igual puede ser hasta positivo, ¿no? Pero es verdad que podemos dudar.

Sí, bueno, te entras miedo de, ¿me irá bien? ¿Y si sale mal? Claro.

Y el síndrome del impostor, que yo creo también puede pasar, o nos pasa a muchos, ¿no? Cada uno en su rango, ¿no? Es decir, ¿realmente merezco yo este precio? Pues puedes tener un poco ese miedo de nuevo, ¿no? Por lo que decimos, no es tanto algo técnico, que podemos ver luego después desgranado en qué nos podemos basar para romper con ese síndrome un poquito del impostor, porque seguro que la mayoría de vosotros podríais estar cobrando más si lo alineamos por el lado correcto.

Pero bueno, lo iremos viendo, ¿no? Pero digamos que el capítulo de hoy viene un poco a hablar de esto y que yo creo que es importante porque tocar el precio, evidentemente, es de las estrategias que más va a disparar los beneficios de tu clínica.

Entonces, pues bueno, podemos estar buscando descuentos, reducir costes de aquí y de allá y tal, pero es que es la estrategia que quieras o no, más va a disparar resultados.

Sí, porque además, bueno, ya tienes la confianza de la gente, ¿no? Si lo estás haciendo bien, la gente le va a seguir viendo el valor a lo que haces y van a seguir acudiendo a ti, aunque bueno, luego lo desarrollaremos más, ¿no? Pero es una de las estrategias que tienen que ser indispensables, al menos cada X tiempo planteárselas o, no te digo todos los servicios de la clínica, pero sí algunos, sobre todo si de repente hay gastos añadidos que antes no tenías en esos servicios o imagínate, en el primer año yo no tenía X maquinaria, no te hacía X pruebas, ¿no? A día de hoy te las hago, te las tengo que cobrar, no te las puedo hacer gratis.

Sí, esa inversión hay que recuperarla.

Claro, y ya no solo por la inversión, sino que imagínate, pues una radiografía me cuesta, me lo invento, 100 euros, cada vez que imprimo un folio de estos de radiografías, 100 pavos.

Coño, pues yo tengo que vendértelo, ese servicio tendrá que valer más de 100, si no estoy perdiendo dinero, ¿no? Pues hay gente, y desgraciadamente nosotros lo escuchamos al teléfono, que lo regalan, ¿vale? O sea, es lo comido por lo servido.

No digo que esté mal, porque como estrategia de cara a vender un nuevo servicio puede estar bien, pero tiene que estar bien.