EN LA TRINCHERA con Gustavo Tubio 22-04-2025

En la recta final de la mañana, en medio de la locura de la ciudad, estamos en la trinchera. Haga zapate con nosotros, en la trinchera, con Gustavo Tubio. Muy pero muy buenos días a las 10 y 8 minutos en la mañana en la República Argentina, una mañana con una temperatura bastante interesante respecto del invierno que parecía que se avecinaba.

Estamos casi en 18-19 grados lo cual implica que este invierno parecería que va a empezar a demorarse y que no se consolida el otoño. Así que ahí estamos disfrutando de una mañana interesante, aunque bien temblanito, hay que decirlo. Está bastante fresco. Estoy a mi lado con el querido Matías Urtax. ¿Cómo va, Matute? Hola, Raúl. ¿Cómo estás? Buen día para vos.

Buen día a Javi y a toda la audiencia. ¿Cómo estamos? Muy bien, mi amigo. Todo muy bien.

Bueno, hoy tratando, como hacemos algunas que otras veces, de reemplazar y cubrir el enorme espacio que deja Gustavo Tubio que tiene unos compromisos en virtud de su laburo.

Claramente, como siempre decimos, medio en broma pero muy en serio, tratando de llenar sus puños de verdades. Hemos vivido ayer una jornada emocionante, emocionante, de una manera emotiva, de mucho recuerdo, de mucha noticia respecto de, como todos sabemos, la Argentina y el mundo entero atravesada claramente por la muerte de Juan Pablo de Papo Francisco, justo a 25 años de la muerte también de Juan Pablo II.

Se ha confirmado que murió tras sufrir un derrame cerebral que derivó claramente en un paro cardíaco. Se ha confirmado el hermoso milagro de que se haya podido despedir en la bendición de Urbi et Orbi, es una bendición al pueblo y al mundo, el domingo de Pascua, el domingo de resurrección. Cuando lo vimos no imaginábamos que esa iba a ser su última aparición pública y sin embargo terminó siendo un regalo para él y para todos.

El hecho de poder haber disfrutado a Francisco con sus 88 años lúcidos de la última bendición que nos regaló y que nos dejó como también parte de su legado.

Hemos vivido también, ayer, en muchas parroquias de la República Argentina como seguramente sin duda ha ocurrido en el mundo entero, muchas misas en homenaje y para rezar por el eterno descanso de Francisco, muy emotivas en todo el mundo y en la Argentina por supuesto también.

El epicentro de esas misas fue claramente la basítica de San José de Flores donde, como todos sabemos, Francisco recibió lo que muchos llaman el llamado de Dios a tener una vida eclesial, una vida de iglesia y allí definió seguir el camino del seminario y convertirse en diácono, luego en vicario, luego en cura, luego en párroco, en párroco hasta terminar siendo arzobispo, cardenal y terminar siendo, como todos sabemos...