Encuentra tu talento. Episodio 37

Encuentra tu talento con José María Calvo de Andrés.

Estás escuchando Diálogos con Linda de Sousa.

Buenos días, buenas tardes, buenas noches.

Es para mí un placer volver a estar este lunes con vosotros.

Sabéis que nos hace muy feliz tanto a nuestro filósofo José María Calvo de Andrés como a mí estar todos los lunes con vosotros y aportar nuestro granito de arena para que vais decidiendo por vosotros mismos como queráis.

Hoy tenemos con nosotros a alguien del otro lado del charco, como se dice por ahí, que está en México, en Andrés, en la capital, México capital, y que es un artista, un muy buen artista que conozco hace años, que ha hecho cursillos en Francia y en España.

Es una gran artista y vamos a hablar un poco con ella, dado que ella también es seguidora de las creencias hindúes, de la filosofía hindú, que es, según dice nuestro filósofo José María, y estoy de acuerdo con él, es una filosofía muy buena para seguir y para encontrar nuestro camino. Entonces ella se llama Aidee Deleon. Hola Aidee, ¿qué tal estás? Hola Linda, hola José María, mucho gusto y gracias por invitarme. Y pues sí, me ha ayudado mucho la filosofía oriental y bueno, ojalá pueda aportar algo que le sirva a todos.

Muchas gracias.

Estoy convencida que sí, ¿verdad José María? Que ella nos contará cómo ha encontrado su talento, que es nuestro programa, ya sabes que se llama Encuentra tu talento. Os dejo con José María, que tiene mucho que contarnos.

Muy bien, muchas gracias Linda. En primer lugar, vuelvo a saludarte Aidee, encantado de que estés con nosotros, ya seguiremos charlando y, como ha dicho Linda, pues vamos a ver si somos capaces de ayudar a nuestros escuchantes a que vayan encontrando sus talentos y a que por medio de la filosofía vayan también haciendo una vida más plena y más significativa. Bienvenida. Bien, pues ya comienzo.

Buenos días, buenas tardes, buenas noches, estimados escuchantes de Encuentra tu talento. Una semana más deseo establecer un diálogo contigo, un diálogo filosófico, socrático, que nos ayude en nuestro viaje por este mundo. Un viaje que debemos ir construyendo cada uno de nosotros cada día, cada momento de nuestra vida y que nos va a llevar a descubrir nuestros talentos y a realizar el edificio de nuestra vida con la máxima plenitud de significados y de sentidos. De manera que cuando echemos la vista atrás nos complazca comprobar la obra de arte que vamos construyendo.

Uno de los medios, tal vez el único y el más importante, que poseemos para lograrlo es la educación, nuestra educación, nuestro aprender, que como digo siempre comienza en el momento de nacer y no termina hasta que nos llega el último suspiro vital. Debatimos en el programa pasado acerca de cómo llevar a cabo este aprender educativo. Hubo disparidad de criterios, como habéis podido comprobar, y es muy importante que haya criterios diferentes, porque como hemos defendido aquí y siempre defendemos, nadie tiene ni puede tener toda la razón.

Ya nos lo había enseñado Sócrates, recordáis, ¿no? Que la verdad, decía Sócrates, es tan inmensa que nadie puede abarcarla toda. Pues también hay otro pensamiento que me gusta mucho de la filósofa María Zambrano, que dice, la razón no está para que uno la tenga, sino para que entre todos la sostengamos. Es un poco la idea que estamos defendiendo aquí también. Pero sí quiero llamar la atención con respecto a lo del otro día, cuando hablamos de la educación de los otros, no de nosotros mismos, sino de los que no somos nosotros.

Hemos defendido que cada persona es dueña de su vida y ella debe educarse a sí misma, que es algo muy importante. Debe educarse en diálogo con los demás y hablaría también, como he dicho en otras ocasiones, dentro del programa en el que yo he estado, de filosofía para niños, de formar una comunidad. Y no solamente una comunidad en el aula, que es fundamental, sino una comunidad de diálogo en clase, en el hogar. Y una comunidad de diálogo