En torno al año 370, ejércitos de hunos tomaron gran parte de Europa occidental, conquistaron a tribus germánicas y ahuyentaron a otras de su creciente territorio. Pero ¿merece este pueblo nómada su reputación tan negativa? ¿Qué produjo su invasión?
Los pueblos hunos habrían emigrado hacia el oeste, abandonando sus actividades como agricultores y ganaderos para erigirse en violentos invasores que asaltaron las provincias fronterizas del Danubio, según explican los investigadores en un artículo publicado en la revista Journal of Roman Archaeology.
Las sequías extremas entre los años 430 y 450 después de Cristo interrumpieron las formas de vida tradicionales al este del Imperio romano, lo que obligó a los pueblos hunos a adoptar nuevas estrategias para "protegerse de los severos retos económicos”, dicen los expertos de la Universidad de Cambridge.
Conforme avanzaban por el mar Negro, los hunos atacaban a quienes se interponían en su camino. Estos pueblos —vándalos, visigodos, godos y otros grupos— huyeron hacia Roma. Las migraciones provocaron inestabilidad en el Imperio romano y, de este modo, los hunos se ganaron una reputación sanguinaria.
Su líder más célebre, Atila el Huno, consolidó dicha percepción. Entre los años 440 y 453 d.C., Atila dirigió los ejércitos de hunos por gran parte de Europa, incluida la Galia (en la actual Francia). Por el camino, saqueó con desenfreno, motivo por el que los documentos históricos lo describen como el «azote de Dios» cuyo pueblo cometía actos de terror atroces al entrar en territorios nuevos.
Sobre los Hunos Fernando Díaz Sarmiento dialoga con el Historiador Mario Escobar Golderos en nuestros Enigmas de la Historia.
Comments