Enrique Álvarez Romero ha dedicado más de 30 años de su vida al trabajo en las organizaciones políticas

Enrique Álvarez Romero resume su vida laboral en una suma de números que pareciera una fórmula matemática. Este espirituano sexagenario ha dedicado más de las dos terceras partes de su existencia a las tareas dentro de las organizaciones políticas. De los 49 años de trabajo, 12 como dirigente juvenil y otros 22 como jefe del Departamento de Atención a la Población en el Comité Provincial del Partido.

Yo era militante, me hicieron el proceso de la juventud con 20 por ahí años, no fue un tipiquito. Y ya después la juventud en el nivel municipal me dio y me captó como cuadro. Ahí empezó mi carrera política, cuadro de la juventud, segundo secretario del Comité Provincial de la Juventud en un momento determinado. Y de ahí pasé al trabajo del Partido.

El Partido me dio, como es lógico, su cantera, la Unión de Gobiernos Comunistas y me trajo al trabajo del Partido. Inicialmente me mandó a Angola como político adjunto a los políticos militares en las tropas cubanas que estaban en Angola en ese momento, en el año 87. Lidiar con los pobladores y sus inconvenientes, más que una tarea difícil, ha sido una obra cargada de comprensión y acompañamiento.

He logrado sentido de pertenencia y he logrado, como te he dicho, sensibilidad ante los casos, y he logrado empatía, porque te plantean disímiles situaciones, las que suceden en un núcleo familiar. Tengo que dedicarle tiempo a leerme esas cartas, para leérmelas, interiorizarlas y ver cómo las canalizamos, porque plantean o traen implícito los problemas que la gente está confiándole al Partido.

Hay algunas que tienen 80 páginas y en la última es donde dicen lo que quieren, pero yo no puedo ir a la última página inicialmente porque es una secuencia de lectura. La atención oportuna y la búsqueda de soluciones no requieren horario. No es la jornada de la hora, es cualquier hora, en cualquier momento y en cualquier día.

Hay veces que es un domingo, o hay veces que es un día feriado cuando otros descansan, otros están de fiesta, descansando en su casa y nosotros estamos sirviéndole al pueblo, detrás de los problemas del pueblo, buscándole solución. Y hay veces que la oficina se me traslada para la casa, ahí es donde hay que lograr empatía con las personas. Enrique permanece activo como funcionario público, y ante la idea del retiro, así comenta.

Pero no me veo, y me parece que me va a costar el trabajo, y le voy a echar menos a los pasillos del partido donde llevo ya treinta y tantos años, a los teatros donde me reúno en el partido, tantas reuniones, a las oficinas donde estaba en el partido donde he trabajado, esta misma durante veintidós años. Noto como que no, me va a faltar algo cuando no tengo diez o doce o quince cartas, pero tengo mi relevo ya preparado, mi reserva preparada, continuidad joven.

Al hablar de la familia, muestra una expresión hermosa. Un brillo diferente acompaña su mirada. La familia es el abón fundamental en que yo haya podido estar y desempeñarme en estas labores políticas durante cuarenta y nueve años. En ese entorno nació mi hija, nacieron mis nietos, está mi esposa, y lógicamente sin ellos no hubiera sido posible, a mí me parece. Tienen un peso fundamental. Le doy un lugar cimero a la familia. Compromiso, apego, patriotismo.

Yo soy espirituano, nativo de Santa Espírita, soy patriota del Perú, como también soy patriota de Cuba, y lógicamente por ser patriota jamás me veré en otro lugar que no sea mi patria, la que me vio nacer.

Tyler Cañizares y Maidelín Rodríguez Pupo para el Sistema de la Radio Espirituana.