Entrevista a Curro Cañete autor de Sueña visualiza crea

Muy buenas, hoy tenemos a Curro Cañete, tiene un nuevo libro, Sueña, Visualiza y Crea, y lo primero de todo es saludarlo. ¿Qué tal, Curro, cómo estás? Hola, muy bien, muy contento de hablar contigo.

Lo primero, preguntarte, ¿qué encontrará de nuevo la gente en este libro? Encontrará un libro para soñar en grande.

Para soñar en grande y para hacer esos sueños grandes realidad.

Pero sobre todo, para vivir con alegría en el presente.

Te has querido un poco también apoyar en personas que han conseguido sus sueños a base de visualizarlos y de pensar y de trabajar, etcétera, ¿no? Sí, sí, tú lo has dicho, las dos cosas.

Es importante trabajar la parte mental y la parte de la acción.

La parte de la acción, eso es lo que hacen los supertriunfadores.

Están muy enfocados a nivel mental y visualizan sus metas, tienen mucha claridad sobre lo que quieren conseguir, pero al mismo tiempo son muy disciplinados y muy constantes.

También me imagino que es muy importante en el mundo de la disciplina, del desear una cosa, que te enfoques en una cosa que te gusta.

Porque si no, al final te acabas cansando, o sea, cada uno debe elegir su camino, ¿no? Sí, efectivamente lo que estás diciendo.

Algo que te apasione.

Porque si no, hay tantos retos en la vida, hay tantos obstáculos, que no vas a tener la disciplina suficiente para mantenerte enfocado en ese sueño.

Y que sí que un poco también hablas siempre de que tanto lo físico como lo psíquico van unidos.

Sí, lo mental y lo espiritual y lo físico están todos unidos.

Y todo es importante.

¿Y cómo es ponerte a escribir un nuevo libro de este tipo, una vez que ya con la fama que tú tienes y que has escrito tantos? Pues mira, la verdad es que yo recibo mucha inspiración de mi interior, ¿no? Esta vez me fui a Nueva York porque a cada libro le quiero dar algo especial, algo diferente y para darle autenticidad, ¿no? Me he ido a vivir a Nueva York donde me he gastado casi todos mis ahorros, he estado cinco veces y desde allí pues me sentí muy inspirado.

Yo en las cafeterías de Manhattan, en la biblioteca pública, muy inspirado y sale de mi interior lo que quiero contar.

Es como un proceso muy mágico y al mismo tiempo muy bonito.

Lo disfruto muchísimo, es lo que más disfruto.

Una de las cosas positivas que veo en esto de que te hayas ido a una urbe es que para pensar o para meditar no hace falta estar en medio del desierto, ni subido a un árbol ni nada de eso, ¿no? Ni en sala india, como se van todos los maestros espirituales.

Yo creo que no hay nada mejor que unir el mundo terrenal con el espiritual y que es mejor que una ciudad en la que hay gente de los cinco continentes, en la que existen todas las realidades y donde tanta gente va a cumplir sus sueños realidad.

¿Qué dirías, Curro, a alguien que es muy fácil decir persigue tus sueños, pero a alguien que no los tiene, ¿qué le dirías? ¿Cómo podría empezar a pensarlos? Que empiece por un objetivo pequeño, un objetivo que le haga salir de su zona de confort pero que se vea capaz de conseguirlo.

Para que vaya cogiendo confianza a través de esos objetivos pequeños que pueden ser de, imagínate que te quieres poner en forma, pues voy a estar un mes paseando una hora al día.

Imagínate que llevas muchos años sin hacer ejercicio, ¿no? Pues en vez de ponerte en lo del gimnasio, que a lo mejor no lo vas a hacer, simplemente pasea, ponte un podcast, escucha música y pasea.

Cuando hayas conquistado eso, a lo mejor puedes empezar a ir a entrenar a otro sitio, ¿sabes? Entonces ponerte metas pequeñas y a medida que las vas consiguiendo, ponerte metas más grandes.

Y al revés, ¿qué le dirías a alguien que ya lo tiene todo o cree que lo tiene todo, sus sueños cumplidos? Que hay otra cima por llegar.

Que no cometan el error de empezar a retroceder porque si no se verán otra vez cuesta abajo, de culo y sin frenos.

La vida es un crecimiento continuo e ilimitado.

Y a muchas personas que han conseguido el éxito, les ha pasado que creían que habían llegado a algún altar y se han dado cuenta que lo perdieron todo.

Por lo tanto, hay que seguir trabajando, hay que seguir esforzándose y hay que llegar más alto todavía porque en el crecimiento es donde está la felicidad.

¿Qué te aportó Nueva York? Un sitio que hay tanta gente, tanta gente distinta.

¿Y por qué decidiste ir a esa ciudad? Mucho. La verdad es que me ha aportado mucho porque me encanta.

Y bueno, para empezar, allí conocí a una persona, un chico que se llamaba Joey y esa historia está dentro del libro.

Siempre que viajo me pasan cosas mágicas.