Entrevista a Martín Farfán

Va muy buenos días. Felices Pascuas. Un gusto saludarlo, padre. Igualmente. Bueno, lamentablemente para la grey católica en un momento no muy feliz, pero nada, se me ocurre conversarlo con usted y que nos cuente qué le deja la partida de Francisco de la Tierra. Mirá, creo que providencialmente y porque creemos, encontramos como un sentido la muerte. Hemos celebrado ayer la Pascua. La Pascua es el paso a la resurrección de Jesús.

Ahí vi un dibujito que no sé quién me lo pasó y lo puse en estado, en donde Jesús resucitado con un fuerte abrazo lo invita a Francisco a seguirlo. En esta sensidez es lo que nosotros creemos. El resucitado viene a buscarnos para vivir una vida plena con él. Por supuesto que nos quedamos entristecidos, porque una persona icónica en este tiempo para los que, como vos decís, formamos parte de esta comunidad católica, es el padre, la muerte del padre.

Pero al mismo tiempo es un padre especial, único. Y creo que ahora nos toca hacer un poco de Francisco a todos, ¿no? Tiene como un pequeño testamento espiritual que nos deja, ¿no? El legado de estar atento y al servicio de los demás. Priorizar al otro, inclusión. Eso es como que a nosotros nos toca en lo más profundo esta actitud del papa Francisco, que vino a descolocar, a desencajar un poco, a desestructurar a la iglesia, a desempolvarla un poco. Usted me conoce, padre. Te conozco. Hemos departido en más de alguna oportunidad y sabe cuál es mi mirada sobre la cuestión católica.

Y esta pregunta de verdad la hago desprovista de cuestiones emotivas, ¿no? Recién lo discutíamos con Jessica, que ella me marcaba mucho de lo que usted dice respecto del actuar del papa. Yo me preguntaba el alcance de la palabra cuando no se transforma en hecho, ¿no? ¿Qué implica la palabra cuando uno es tan grande para el mundo? Y su palabra queda simplemente en eso, en expresiones. Y la pregunta es esta. ¿Un papa tiene que hacer más que hablar? O sea, o es la palabra y el verbo suelto ya la obra de un hombre como un papa.

O esa transformación, esa sacudida, esa desempolvada de la que usted habla tiene que pasar a los hechos concretos. ¿Qué mirada tiene sobre eso? Sin lugar a dudas, tiene que pasar a los hechos concretos. Eso debería de ser así. Como a veces decimos, el debería ser lo que deberíamos de ser. Es un proceso que en el tiempo se tiene que ir actualizando. Y la palabra de Francisco, que no es otra que la palabra de Dios, en muchos de los casos tiene que ir haciendo, entrando y penetrando en las estructuras más profundas de la iglesia para que haya cambio.

Sin lugar a dudas, con certeza hubo cambios, pequeños grandes cambios del papa en la historia, en este tiempo que ha estado como pontificado. Es increíble los gestos que tuvo en modificaciones hacia adentro de la curia romana, hacia la iglesia toda en el mundo, hacia la cúpula eclesial, si le querés decir, hacia el colegio cardenalicio, pequeños gestos que sin lugar a dudas no todos lo harán, no todos los querrán, no fue querido por todos. Lo sabemos también, cuando uno se muere todo hemos sido buenos.

Por eso justamente me lo preguntaba y lo planteaba, porque digo, la instancia de la muerte es como que nos transforma en la boca y en los ojos de los demás, en alguien tal vez intocable, incriticable, cuando es un hombre, más allá de haber llegado a ser el papa, es humano, es un ser humano falible como todos y que puede cometer errores, que puede no haber cumplimentado, no haber llegado a donde tal vez quiso llegar en algunos aspectos. Por ejemplo, yo planteaba el hecho, sin ser de la grey católica, que no me gustó, por ejemplo, que no quiera venir al país y que lo haya dicho en algún momento, a otros les resbala ese tipo de cuestiones y sepa que va a venir este país.

Hay cosas que nosotros también, se me va la señal y eso que estoy acá al aire libre, si hay cosas que para nosotros también no nos van a dejar de sorprender y bueno ahora no tendremos nunca la respuesta, claro que lo esperábamos al comienzo, claro que su patria y su país lo esperaba, al margen de la coyuntura política lo esperábamos, como un hijo espera a su padre, no se dio, no sabemos por qué, en fin, pero se dieron muchos otros gestos de cercanía, de proximidad que tuvo con el mundo.

Te digo, ahora que se murió, bueno, va a ser el mejor papa y todos los queremos.