Entrevista a Mayte Magdalena autora de Zapatos de lluvia

Muy buenas, hoy contamos con Maite Magdalena, que ha hecho una nueva novela que se llama Zapatos de Lluvia. Lo primero de todo, saludarla. ¿Qué tal? ¿Cómo estás? Hola, buenas tardes. Pues encantada de estar aquí.

¿Qué encontrará la gente en esta novela de Zapatos de Lluvia? Una novela, digamos, muy hecha para reivindicar a la mujer.

Bueno, pues Zapatos de Lluvia se inició con poca reivindicación y luego terminó con mucha. Zapatos de Lluvia empezó como una necesidad de reencontrarme con un pasado que yo apenas conocía, porque tiene una base real en mi abuela.

Y a partir de ahí, a partir de documentarme y a partir de empezar a preguntar a personas que en aquellos momentos estaban vivas y habían vivido aquello, pues empecé a darme cuenta de lo olvidadas que estaban esas mujeres que habían vivido a lo largo del siglo XX.

Y entonces es cuando se empezó a gestar la novela y cuando pasó de ser una novela en la que solamente iba a hablar de mi abuela a convertirse en una novela donde hablaba de cualquier mujer de aquella época.

Es un caso, digamos, inusual en tu novela que no se habla mucho de la parte del siglo XX de las mujeres de antes de la guerra, porque, bueno, pasaron muchas cosas, pero parece ser que no hay tanta literatura sobre el tema.

No, porque es que, además, es que yo siempre escuché por boca de mis padres, siempre escuchaba en plan broma, pues mira, a tu madre le pasaba esto, a tu abuela le pasaba lo otro y lo contaban como una broma. Y una adolescente, cuando su abuela no es especialmente cariñosa, además, lo que hace es juzgarla. Y entonces, cuando pasa el tiempo y empiezas a enterarte, te sientes mal porque has juzgado demasiado.

Entonces, ahora que se habla tanto de enfermedades mentales y de traumas y de todo esto, yo me empecé a preguntar estas mujeres que tenían que abandonar su tierra, su casa, su familia para enfrentarse a una ciudad, para ir a servir, para ir a trabajar, para estar solas y que tenían que ir superándose día a día. Me parecía un trabajo titánico que no sé cómo habían podido seguir, pero no solamente eso, sino que en un determinado momento estalló una guerra y tienen que seguir tirando de la familia y tienen que seguir tirando de la vida.

Sí, porque se habla muchas veces de que muchos hombres tuvieron que ir al frente, tuvieron que defenderse, tuvieron que esconderse, pero esas mujeres que tuvieron que seguir adelante con sus casas, con sus masillas, con sus tierras, con sus hijos, con sus abuelos, con sus padres, de eso se habla muy poco y también tienen una vida muy silenciada.

Muy silenciada, porque además es que no se valoraba. Es decir, se valoraba el hombre valiente que va al frente, que muere por su patria, que no sé qué, que no sé cuántos, que patatín y que patatán, pero la persona que se queda es que ni siquiera tenía derecho a morirse.

Porque es que esa persona que está ahí, que esa mujer que está tirando de los abuelos, tirando de los hijos y tirando de todo el mundo, no tenía derecho a morirse porque si ella no podía tirar, todo lo demás se venía abajo. Entonces no se podían rendir.

Tenían que tener una resiliencia enorme, tenían que tener un coraje enorme y sin embargo nadie ha hablado de ella.

¿Y cómo es evolucionar un personaje a través de una historia en que se pasa por una paz, una guerra y luego una paz que no lo es tanto, pero que lo es? Pues a mí me sorprendió porque el personaje... el otro día me preguntaron que si yo había planificado el personaje.

Yo siempre digo que es que Paula se escribió sola.

Porque es que Paula fue creciendo a medida que yo iba escribiendo.

O sea, Paula empieza siendo una niña que la sacan de su pueblo y tiene que ir a una ciudad a servir, con lo que eso conlleva.

Allí descubre todo, descubre la vida, descubre el odio, descubre el amor, descubre la amistad, descubre todo y tiene que ir rehaciéndose y tiene que ir conformándose, tiene que ir cambiando y adaptándose a las circunstancias.

Y de la Paula que llega a Madrid, a la Paula que durante la guerra hace cualquier cosa por hacer sobrevivir a los suyos, hay una evolución tremenda.

Es una persona que no tiene absolutamente nada que ver.

De hecho ella en algún momento dice que jamás imaginó que pudiera llegar a hacer lo que está haciendo.

Pero además mujeres hechas de otra pasta, porque recuerdo en libros, por ejemplo, como Almudena Grandes o en la misma vida de Neus Catalá, que cuando llega la paz, cuando pueden estar tranquilas, aún cogen, se alistan a algún partido comunista, siguen luchando siempre, siempre, siempre adelante.

Sí, pero además en el caso de Paula, es que encima Paula tiene una característica, que es que Paula...