Entrevista Raúl García. Director de animación de 'La Luz de Aisha'.

Tienes que dejar los fuegos artificiales, Aisha.

¡Pero es que no es mi vida! Tu madre hubiera querido que fueras canígrafa.

Es parte de nuestro legado, nuestro código familiar.

Hacer cohetes no es trabajo para una jovencita.

El famoso tratado de la alquimia del fuego, un libro tan poderoso...

El próximo 11 de abril llega a los cines una nueva historia de magia, de ilusión, de amor, de alegría.

Nos la trae, como siempre, la animación, porque es una manera de contar historias que va mucho más allá de los dibujos, de los trazos.

Conmueve con sus miradas, con sus gestos, con una historia que nos hace recorrer el Al-Ándalus, en este caso, como es la luz de Aisha.

Una coproducción internacional entre España, Alemania y Singapur, que está dirigida por la cineasta iraní Shadi Adif, y que cuenta en España con las voces de Michelle Jenner, Jordi Sánchez y Nerea Rodríguez.

Una historia que ya les digo que no solamente luce espectacular por sus fuegos artificiales, como son tan maravillosos, ese símbolo de seguir persiguiendo sueños, sino por una historia animada que está escrita por Xavier Romero y Jorén Español, que recibió el premio Mejor Guión en Animación en el Festival Internacional de Stuttgart, sino que dentro de todo el proceso creativo, de todo el diseño de animación, se encuentra el director de animación, Raúl García.

¿Y quién es Raúl García? Pues un tipo que cuando era niño soñaba con crear historias, adoraba darles vida y, desde luego, seguía creciendo a lo largo de su vida para hacer realidad todas esas emociones.

Posiblemente siga siendo como yo, a mis 41 años, un niño grande, porque, repasando su currículum, uno se lleva las manos a la cabeza y es que hablamos fuera de micro de que es una leyenda viva.

Y eso que no es tan mayor, pero es que Raúl García ha trabajado en series como Muffly, el último koala, Alvin y las ardillas, en Asterix y la sorpresa del César, uno que ha crecido con esos dibujos, esos clásicos animados, en ¿Quién engañó a Roger Rabbit?, en Hércules, en el diseño de las sienas del rey león, en Pocahontas, o sea, un no parar, en La Bella y la Bestia.

Es un tipo, desde luego, que si el ratón Pérez nos trae la ilusión cada vez que se nos cae un diente, él, desde luego, nos pinta una sonrisa con todos los personajes animados.

Raúl García, desde los Estados Unidos de América, Los Ángeles, muy buenos días para ti.

Gracias por estar en Butaque Butacón.

No me ves porque esto es un podcast, pero me he puesto colorado de todos los elogios que me has echado.

Me decís que uno hace lo que puede y esas cosas, ¿no? Pero, bueno, me estoy encantado de estar en Butaque Butacón y, sí, hablemos de animación, que es mi pasión, es lo que me gusta y es lo más divertido que puedo hacer uno en la vida.

Yo decía que... Aparte de hacer podcast.

Yo decía que yo me sigo viendo un niño grande con 41 años.

Mi madre hasta hace poco me decía, niño, quiero una niña, tráeme una nueva compañera, tráete una nueva compañera, tráeme una niña, no sé cuánto, pero si a mí me gusta estar todo el día creando ideas en mi cabeza, tú sigues siendo un niño grande.

Hombre, yo me estanqué a los 12 y de ahí no he pasado.

De hecho, yo creo que parte de lo divertido de hacer animación es luego comprarse los juguetitos.

Sí, sí, sí.

Mi ilusión por hacer películas es que luego saquen merchandise de ellos y puedan jugar con lo mejor que he creado.

¿Cómo llega hasta ti este gusanillo de la animación? No sé si desde niño tenías estas iniciativas de coger un folio y empezar a pintar, ¿cómo llega ese flechazo a tu vida? Por supuesto, o sea, yo soy un proto-friki antes de que los frikis estuviesen de moda.

Entonces, realmente desde muy pequeño yo andaba con el lápiz de papel y cada vez que había dibujos animados en televisión, como estamos hablando de los tiempos jurásicos de la prehistoria, donde no había ni vídeos, ni CDs, ni computadoras, pues yo ahí delante de mi pantalla de televisión copiándome Lógica Piedra y copiándome Pierno de Lluna y todos los Bugs Bunny, todos los dibujos animados que salían en televisión.

Entonces, sí que es cierto que desde muy pequeño sí que tuve esa iluminación de pronto pensar que la gente tiene oficios diferentes, o sea, arquitecto, diseñador.