Ep. 24 - El corazón manda con Javier Cañada

Javier, ¿se tarda más en llegar existencialmente de Ulm a Cádiz que de Troya a Ítaca? Muy buena, eh. Las dos son una vida, ¿no? Hay vidas cortas y hay vidas largas, ¿no? Hay vidas que duran minutos, en el sentido de que tienes minutos de revelación, ¿no?, o de epifanía.

Pero hay quien lo hace muy rápido. Pero, pero... Preguntas.

Hemos entrado duro, ya con griegos, entusiasmos, lenguas de fuego y todas estas cosas.

Siempre en nuestra línea, básicamente.

Y, Javi, ¿cómo de español te sientes hoy? Como Cruznovillo, que además era de Cuenca.

Bien visto, bien visto. Muy bien tirado.

Pues nada, con las cosas claras, bienvenidos, bien halladas a un nuevo episodio de La Ingobernable, este podcast sobre marca España.

Y nos visita en este pequeño rincón de Españita en Internet, Javier Cañada, aplausos, socio fundador del Instituto Tramontana, una escuela de diseño para elevar el nivel de quienes crean empresas, productos y servicios digitales y una referencia para todos los que nos dedicamos a esto del diseño y de las marcas.

Escribe sobre diseño y futuros de forma habitual en terremoto.net, una lectura bastante recomendable.

Y hace poco ha publicado su segunda novela, Santa Olalla, de tintes distópicos y que nos viene muy bien, hasta cierto punto, para hablar por lo que tenemos por delante.

Y bueno, con Javier queremos hablar un poco de España, obviamente, pero también de nuestra voz propia en un mundo muy conquistado, muy tomado por los luteranos y cómo eso al final se plasma en el mundo del diseño, la tecnología, la cultura.

Así que vamos ya al lío y una...

Y Olivetti caerá.

Olivetti caerá, cae siempre.

Pues precisamente por ahí quería empezar en el sentido...

Hablamos con David Criado hace poco en un episodio y él mencionaba nuestra ausencia de una voz propia a nivel filosófico, hasta cierto punto, existencial.

Y es algo que tú también tocas.

Y para empezar quiero un poco plantearte cuál es tu realidad de España, cuál es tu visión, tu propia visión de España o tu significado del país.

En términos... En mis términos...

En términos de mi territorio profesional, digamos.

Sí, sí. O incluso personal, te quiero decir.

Aquí hasta donde tú te sientas cómodo.

A ver, te voy a hablar desde el ámbito del...

Vamos a decir de las disciplinas proyectuales, ¿vale? Porque yo a veces digo diseño, pero cuando digo diseño me refiero a diseño, arquitectura, comunicación...

Y a veces la gente piensa en diseño como en poner cosas bonitas, ¿no? Entonces, desde el ámbito de lo proyectual, de crear cosas y demás, la veo muy diluida.

Por muchos motivos, ¿no? Y uno tiene mucho que ver con esta cosa luterana de medir las cosas, ¿no? Entonces, el otro día lo estábamos hablando...

Esta cosa de la Bauhaus y el odio al ornamento, ¿no? Sí, totalmente.

Pero va un poco más allá, ¿no? Esta cosa protestante también del cálculo y la optimización y el ahorro y el coste y lo medible, ¿no? Entonces, en un entorno...

O sea, en el mundo del diseño, lo medible no era importante en los 80, en los 90.

En los 2000, con la digitalización de todo, se vuelve mucho más importante.

Porque todo se puede medir de golpe.

Podemos meter ordenadores en todas partes, lo podemos medir todo.

Y todo no, podemos medir muchas cosas.

Y esa manera de mirar de...

Esa frase que yo odio de...

Solo podemos mejorar lo que se puede medir, ¿no? Si no se puede medir, no se puede mejorar, hace que solo se mejore o solo se ponga atención a aquello que se puede medir.

Entonces, lo que se puede medir es lo más estructural, funcional, racional, y todo lo que es esencia se queda fuera de esa medición y todo se queda fuera de la prioridad.

Entonces, estamos...

Por eso digo que justo lo que considero esencia lo veo diluido, ¿no? Veo mi profesión mirando a lo que se hace al otro lado desde hace muchos años, pero mucho más en los últimos 10-20 años, ¿no? Muy poco pendientes de proyectar lo que nos hace distintos, ¿no? Pero bueno, no son cosas que...

Creo que estamos muy alineados en eso, ¿no? Pero sí, un poquito diluido.

Hablas mucho.

Bueno, también sí que me gustaría, por no pararlo ahí, pero le hacemos un poco la pregunta a todo el mundo, que es qué significa para ti España ya quizá en términos más personales, en ese sentido.

No sé cómo o qué relación tienes con el país.

Luego no vamos a tener que entrar en esos mundos, pero sí que es interesante también por cómo esa perspectiva del diseño o esa idea del proyecto se plasma finalmente.

Es decir, cómo esas esencias somos capaces de llevarlas ya no a nuestro día a día, sino a entornos más grandes.

No sé si lo quieres compartir.

Si no, continuamos para bingo.