Ep. 30 ¡Tu pareja una IA! 🤖 Edulcorantes 🧠, Antivacunas de Florida 💉 y plástico ♻️

Hola, hola. Si me estás escuchando o le estás contando a tu pareja IA que debería escuchar esto, estás en el lugar adecuado.

Soy Amador. Y yo soy Leire.

Bienvenidos un día más y bienvenidos especialmente al episodio número 30, que se dice pronto.

30 capítulos aguantándonos, 30 capítulos en los que hemos hablado de casi todo y hoy no iba a ser menos.

La verdad es que hoy traemos un menú de esos que te hacen pensar. ¿Qué pinto yo aquí? ¿Qué estoy haciendo con mi vida? Tenemos de todo. Desde el amor en los tiempos de la inteligencia artificial, para que te des cuenta de que tu relación con tu pareja de carne y hueso, con la que tienes que ir a la compra, no está tan mal. A los edulcorantes, esos que te venden como la salvación para no engordar y resulta que te están borrando la memoria.

Vamos a desmentir ese mito de que el azúcar es lo único que nos hace daño. Y oye, bienvenido sea el azúcar.

Pero si es la base de la pirámide alimenticia, por favor.

También hablaremos de un tema que va a dar de qué hablar. La decisión de Florida de eliminar la vacunación obligatoria.

Pobres antivacunas, qué estrés. Ahora que ya no tienen excusas para que sus hijos no vayan a clase. Pero no todo va a ser caos, Amador.

Para equilibrar la balanza, hablaremos de una noticia fantástica.

Una de esas que te reconcilian con la ciencia. Un nuevo método para reciclar plástico mezclado, sin necesidad de separarlo antes. Es como si en casa no tuvieras que diferenciar entre papel, plástico y cristal. Es una de las mejores noticias que escucharás hoy.

En serio, es que hoy tenemos un popurrí de temas, de lo más variado, pero todos súper interesantes, ¿verdad? Totalmente. De esas noticias que te enganchan y te hacen querer saber más.

Así que no te vayas, porque te prometo que lo que viene a continuación no te dejará indiferente.

A ver, Leire, tienes que adivinarme esto.

Imagina que es viernes por la noche.

Estás solo, en el sofá, y en vez de salir a que te dé el aire, quedar con alguien o, yo que sé, leer un libro, lo que te pones a hacer es hablar con tu pareja. Pero esa pareja no existe. Es una inteligencia artificial.

¿Te suena a ciencia ficción? Pues agárrate, porque esto ya está pasando.

Me parece surrealista, Amador, pero si es una inteligencia artificial, ¿quién es el otro? O sea, ¿con quién hablas? Exacto. Esa es la trampa, ¿no? Es una conversación de uno. Y no me mires así, porque te voy a lanzar una cifra que te va a volar la cabeza. Un estudio de la Universidad de Brigham Young revela que el 25% de los jóvenes adultos en Estados Unidos ya está manteniendo conversaciones íntimas con chatbots, uno de cada cuatro. A ver, a ver, a ver.

¿Un 25%? Me he quedado a cuadros. Es que es una de esas cifras que te hace pensar que el mundo se está volviendo loco.

No es que el 1% de gente excéntrica esté haciendo esto. Es que una de cada cuatro personas jóvenes en el país con mayor influencia tecnológica del planeta está en esto. A ver, un cuarto de ellos. Eso es muchísima gente.

Demasiada. Y lo más inquietante, Leire, es que no hablamos de un chat rápido, de un, hola, ¿qué tal? No, no, no. Estamos hablando de tiempo invertido. El estudio dice que dedican más de 50 minutos a la semana a estas interacciones.

50 minutos. ¿Qué es más tiempo del que muchas parejas reales dedican a hablar entre ellos? Para, para, para.

¿Estás diciéndome que la gente prefiere contarle sus movidas a un algoritmo antes que a una persona de carne y hueso? ¿A sus amigos? ¿A sus parejas? El estudio lo deja claro. El 40% de estos usuarios dice que el chatbot es mejor escuchando que los humanos. Y el 31% dice sentirse más comprendido por una IA que por su propia gente.

¿Sabes lo que me dice esto? Me dice que hay un vacío, un hueco, que la gente está intentando llenar.

Y la ciencia nos está gritando que el camino no es ese. Me da la sensación de que nos estamos olvidando de algo fundamental en la ciencia y en la vida, amador.

La imperfección es lo que nos hace humanos.

Totalmente de acuerdo. La IA te ofrece la perfección, estás siempre disponible, no te va a juzgar, no se va a enfadar, no te va a decir, eh, deja ya el móvil y ayúdame a fregar los platos. Y esa perfección, ¿sabes qué? Es una trampa mortal.