Ep 32 - ¿Un nuevo vecino en el espacio? 🌑 + Autismo, bolsas plásticas y biochar solar 🔥

Hola, hola, ¿qué tal? Soy Amador. Y yo soy Leire. Y sí, seguimos aquí, y el planeta también, aunque a veces nos lo pongan difícil.

Bienvenidas y bienvenidos al capítulo 32 de La Ciencia de Yaun Podcast.

Ponte cómodo, que hoy traemos noticias que te van a hacer mirar al cielo, al suelo y hasta dentro de ti.

Porque sí, hoy hay para todos los gustos.

Empezamos fuerte. Una nueva cuasiluna de la Tierra ha sido descubierta.

¿Cómo se nos puede haber escapado algo que lleva 60 años girando con nosotros? ¿Dónde están tus binoculares cuando los necesitas? Luego bajamos a Tierra, pero con propósito ecológico.

Un nuevo estudio demuestra que con sólo un pequeño impuesto se puede reducir hasta un 47% las bolsas plásticas en las costas.

¿Dinero bien invertido o magia fiscal? La ciencia tiene respuesta.

Después nos ponemos profundos. Un nuevo estudio sugiere que las altas tasas de autismo podrían estar vinculadas a la evolución misma del Homo Sapiens.

¿Una adaptación? Y cerramos con un rayo de sol africano.

Una startup de Kenia ha lanzado una máquina solar portátil que convierte residuos agrícolas en biochar, hasta 900 kilogramos al día.

Rápida, barata y...

Biológica. Es decir, ciencia que cura el suelo, reduce dióxido de carbono y da trabajo. ¿Quieres más? Hoy tenemos un menú muy completo. Cuasilunas misteriosas, impuestos con impacto, evolución inesperada y tecnología solar que regenera. Lo tiene todo. Y recuerda, tú que nos escuchas, cada una de estas noticias cambia el mundo un poquito. Y si tú estás aquí es porque no te conformas con mirar, sino con entender.

Así que ajusta el volumen, toma asiento o sigue fregando los platos, lo que estés haciendo y...

Empezamos.

A ver, para el que está escuchando esto mientras desayuna, ¿te imaginas que llevas 60 años viviendo con un vecino y no te habías dado cuenta? Pues justo eso nos ha pasado.

Pero a escala planetaria.

Acabamos de descubrir que tenemos una cuasiluna dando vueltas a la Tierra desde hace seis décadas.

Se llama 2025 PN7 y ha estado ahí, orbitando como quien no quiere la cosa. ¿Y lo flipante no es sólo que exista? Es que está más cerca que la propia luna en ciertos momentos.

Hablamos de apenas 299.000 kilómetros, mientras la luna está a unos 384.000. Es decir, la hemos tenido encima todo este tiempo. Y nadie dijo nada, ni un hola, ni un vecino nuevo en el edificio cósmico.

Nada. El descubrimiento lo hizo el observatorio Pan Stars de Hawái, pero ojo al dato.

Tuvieron que esperar a que se acercara lo suficiente para que los telescopios modernos lo pudieran detectar.

Porque es pequeñito.

Hablamos de un objeto de entre 19 y 30 metros de diámetro.

Como un edificio de seis pisos flotando por el espacio.

Y tú aquí creyéndote especial por tener ático con vistas. Y no sólo flota, hace una coreografía orbital que ni Rosalía alterna entre una órbita casi circular y otra en forma de herradura, que lo lleva tan lejos como 297 millones de kilómetros, para luego volver como si nada.

Pero escúchame esto, va a seguir así durante otros 60 años más.

Está haciendo su vida sin molestar, sin pagar alquiler y sin que nadie lo invite a los congresos astronómicos.

Y aquí es donde entra la lección, gente. El universo cercano sigue estando lleno de misterios, incluso con todos los satélites, sondas y telescopios que tenemos. Pero claro, aún hay quien dice que ya sabemos todo sobre el espacio.

Spoiler, no sabemos ni quién vive en la planta de arriba.

La ciencia no sólo está viva, está descubriendo vecinos nuevos en tiempo real.

Y si tú eres de los que todavía duda del valor de la exploración espacial, bueno, igual PN7 también tiene algo que decirte cuando te pases rozando el tejado.

Además, estas cuasilunas no son sólo curiosidades, son objetivos ideales para misiones espaciales futuras, como ya están haciendo con Camo o Alegua, otra cuasiluna que China va a visitar con Tiangüen 2.

Y puede que hasta sean fragmentos de nuestra propia luna, pedacitos de historia espacial que vagaban por ahí, olvidados.