
EP220: ¿Quién te dijo que eras responsable de todo?

Description of EP220: ¿Quién te dijo que eras responsable de todo?
Conecta conmigo:
Facebook: vargaslugoconchita
Instagram: conchitavalu
YouTube: Conchita Vargas Lugo
Web: conchitavargaslugo.com
Mail: contacto@conchitavargaslugo.com
This content is generated from the locution of the audio so it may contain errors.
Vivimos tan conectados a la tecnología, que nos hemos olvidado de lo más importante,
nuestra conexión con Dios.
Cargado de emociones, introspección, autenticidad y mucho corazón,
cada episodio acompaña a Conchita Vargas Lugo a un viaje transformador y revelador,
en donde el fin principal es regresar a nuestra esencia para conectar con Él, nuestro Creador.
Esto es Elijo Creerle a Dios, el podcast.
Si realmente le creyéramos a Dios y le pidiéramos permiso,
sabríamos si lo que vamos a hacer va a salir adelante o no.
Pero hay que acostumbrarnos a tener la disciplina y el buen sentido común de pedirle permiso a Dios.
Pero aventurarte a hacer algo, de verdad, vale la pena,
porque quedarte en la rutina, eso es más peligroso, la rutina es mortal.
Pablo Neruda dice, podrán cortar todas las flores, pero no detener la primavera.
Qué sabias palabras, ¿no?
Te podrán quitar todo, pero el propósito de Dios en tu vida no va a parar.
No va a haber nadie que impida que el propósito de Dios en tu vida se logre.
¿Cuál es tu propósito?
Uy, mira, hasta hace 18 años yo no supe que iba a ser evangelista.
Yo sabía que tenía dones, pero pensaba que eran cosas con las que yo había nacido para mi trabajo, pues.
Y no, no era así.
Dios nos equipó con lo que necesitamos para tener éxito en el propósito de Él.
Y la verdad es que las cosas no las necesitamos fáciles, las necesitamos posibles, que es diferente.
Así que yo les recomiendo que hagan de su fracaso que hayan tenido tu maestro y no tu director.
Eso es bien importante, los fracasos son para aprender, son nuestros maestros.
Pero no lo conviertas en algo más allá que eso, porque entonces vas a perder la dirección.
Yo creo sinceramente que tenemos que tener una relación, pero de verdad muy personal, muy interna con el Espíritu Santo.
Porque el Espíritu Santo es el que nos habla, nos enseña, nos consuela, nos redargulle.
El Espíritu Santo se debe de convertir en el protagonista de nuestra vida, es el maestro de la orquesta.
Él es el que nos tiene que decir cómo, cuándo, qué hacer, pero hay que aprender a escucharlo,
hay que aprender a hablarle, amarlo, respetarlo.
El Espíritu Santo no es algo, es alguien, es una persona y habita en nuestro corazón.
Y de verdad, cuando tú tienes al Espíritu Santo, tienes absolutamente todo.
Tu lenguaje, tu visión, tu fe y tu actitud van a cambiar si tienes al Espíritu Santo.
Imagínate que Moisés, en el Éxodo, dice, Señor, si haya gracia delante de ti, ve tú conmigo.
Y en Éxodo 33.14, el Señor le responde, mi presencia irá contigo y te daré descanso.
Hay que buscar la presencia del Señor para buscar el descanso.
Si no descansamos, si no paramos un rato, nos vamos a volver unas máquinas de trabajar y de hacer,
cuando en automático las cosas, y es cuando viene el fracaso, porque ya no hay entusiasmo,
no hay ese sello de alegría, ese sello de convencimiento, cuando ya todo se hace en automático.
Y la verdad, en Hechos 4 dice el Señor, Él suplirá todas mis necesidades.