EP222:La palabra te equipa para la vida

Vivimos tan conectados a la tecnología que nos hemos olvidado de lo más importante, nuestra conexión con Dios.

Cargado de emociones, introspección, autenticidad y mucho corazón, cada episodio acompaña a Conchita Vargas Lugo a un viaje transformador y revelador, en donde el fin principal es regresar a nuestra esencia para conectar con Él, nuestro Creador.

Esto es Elijo Creerle a Dios, el podcast.

Elijo Creerle a Dios.

Uy, ya llevamos cuatro años en la Palabra.

Y la verdad es que el único propósito de este podcast que el Señor me usa para llevar Su Palabra, para encontrarte en alguna situación que a veces no sabes ni cómo llegó el podcast a tu vida, pero lo necesitabas, ese es el Señor buscándote, no yo.

Así que sería muy gratificante si puedes contarme cómo llegó este podcast a tu vida, cuánto tiempo llevas escuchándolo.

Bueno, lo agradecería mucho si me comparten.

En 2 Timoteo 3.16 dice, Toda la Escritura es inspirada por Dios, que no nos quede la menor duda que el Espíritu Santo inspiró la Biblia y la dictó.

Y es útil para la enseñanza, porque nos enseña cómo caminar con el Señor, cómo hablar con Él, saber quién es Él para amarlo, para adorarlo y para saber que somos Sus siervos y somos Sus hijos.

Para la refutación del error, para la corrección, para la instrucción en la justicia, a fin de que el hombre de Dios esté capacitado, completamente equipado para toda buena obra.

Es como la universidad, te va a equipar para lo que es la vida, hacer la buena obra del Señor.

La verdad es que a mí no me importa si encajo o no encajo en ningún lado.

Yo lo que quiero es destacar en seguir al Señor Jesucristo por medio de la Biblia, porque ser fiel para seguirla y aprenderla y vivirla, porque si tú lees la palabra y no la vives, de nada sirve.

Si tú lees la palabra y no la vives, no la sigues, no está pasando nada.

Es que la vida se trata solamente de la fe.

Si no tenemos fe, no tenemos absolutamente nada.

Por eso la Biblia dice, la fe sin obras es imposible que agrade a Dios.

Esto quiere decir, yo leo la Biblia, yo la creo, la pongo en práctica en mi vida por fe.

Fe es creer en lo que no vemos, pero es que a Dios lo puede sentir, seguir y palpar en cualquier momento, con el aire, con el frío, con el sol, con la luna, con el pasto, con los árboles, con los animales.

Es que en todo está Dios, en lo perfecto, en lo excelente está Dios.

No bajemos a Dios a la manera del hombre, porque echamos a perder absolutamente todo.

Un hombre nunca hubiera creado el universo, pero tampoco hubiera creado a Adán.

Estamos hablando de Dios.

Es algo tan impresionantemente grande, por eso puedo estar tranquila y segura, porque no es un hombre en el que confío.

Yo confío en el Señor Jesucristo porque es Dios.

Mi vida está puesta en sus manos porque es Dios.

Yo no confío en un hombre, yo no sigo a un hombre, yo no le hago caso a un hombre.

Por sentido común, leo la palabra para saber a quién estoy llamando, a quién estoy siguiendo y entender que su palabra es la última palabra en mi vida.

Su palabra es la última palabra en mi vida.

O sea, si está en la Biblia, lo hago.