EP223: Los mandamientos

Vivimos tan conectados a la tecnología que nos hemos olvidado de lo más importante, nuestra conexión con Dios.

Cargado de emociones, introspección, autenticidad y mucho corazón, cada episodio acompaña a Conchita Vargas Lugo a un viaje transformador y revelador, en donde el fin principal es regresar a nuestra esencia para conectar con Él, nuestro Creador.

Esto es Elijo Creerle a Dios, el podcast.

Espero que sean de edificación en tu vida, de gran bendición, que te ayuden, que de verdad sigas al Señor Jesucristo, que se te vuelva parte de tu vida leer la Palabra, porque de eso se trata, de tener una relación personal con Dios, porque Dios es una relación, no una religión.

Pero también tenemos que aprender a seguir sus reglas.

Si nosotros estamos en pecado o fuera de la cobertura de Dios, no podemos esperar que Él nos hable, nos conteste, nos cuide, porque así no va.

No tienes que hacer nada para que Dios te ame, ni nada para que no te ame.

Él es amor, es su naturaleza.

Te ama porque es su naturaleza, pero no puede ver el pecado.

Estoy leyendo Éxodo, en el capítulo 20, donde el Señor le da los mandamientos a Moisés y le dice, si guardas mis mandamientos y mis preceptos, te prosperaré.

O sea, si tú no estás guardando alguno de los mandamientos del Señor y te analizas por qué no te va bien, puedes corregir el rumbo.

Yo te voy a leer algunos de los que vienen aquí y dice, no jurarás falsamente en el nombre de Yahvé tu Dios, pues Yahvé no considerará inocente al que jure falsamente en su nombre.

Recuerda el día del reposo para que lo santifiques.

Se trabaja seis días, pero el séptimo no.

Todo está pasándose al olvido y por eso nos está yendo como nos está yendo.

Dice, honra a tu padre y a tu madre para que sean prolongados tus días en la tierra que Yahvé tu Dios te da.

No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio contra tu prójimo, no codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna que pertenezca a tu prójimo.

O sea, cero envidia.

No tendrás otros dioses aparte de mí.

No te harás ninguna imagen ni semejanza alguna de lo que hay arriba en el cielo ni de lo que hay abajo en la tierra ni de lo que hay dentro de las aguas debajo de la tierra.

No las adorarás ni les rendirás culto porque yo soy Yahvé tu Dios, Dios celoso que castiga las culpas de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de aquellos que me aborrecen.

Creo que lo que más detesta el Señor es la idolatría.

Cada vez que tú te incas o te inclinas ante una persona o una estatua o un ídolo, estás cometiendo idolatría.

Cuando tu cuerpo es más importante que tu espíritu, estás cometiendo idolatría.

Cuando haces de una persona tu ídolo, eso es idolatría.

Y nosotros nos tenemos que salir de ahí.

Amigos, amigas, están los tiempos bien difíciles.

Nos está yendo a veces como en feria.

¿Pero cuánto de los mandamientos?