EP225: Pon tus preocupaciones en manos de Dios

Vivimos tan conectados a la tecnología que nos hemos olvidado de lo más importante, nuestra conexión con Dios.

Cargado de emociones, introspección, autenticidad y mucho corazón, cada episodio acompaña a Conchita Vargas Lugo a un viaje transformador y revelador, en donde el fin principal es regresar a nuestra esencia para conectar con Él, nuestro Creador.

Esto es Elijo Creerle a Dios, el podcast.

Quiero agradecerle en seguir a quien me dio la vida, a quien creó el universo y al que tiene el poder absoluto de todo lo que hay, de todo lo que ha habido y de todo lo que habrá.

Del Señor de señores, Rey de reyes, de Dios Todopoderoso y de su Hijo Jesucristo y del hermoso Espíritu Santo, la Trinidad Perfecta, Elijo Creerle a Dios.

Espero que tú también lo elijas.

Sé que estamos en un mundo lleno de maldad, de preocupaciones.

Hoy nos cuidamos de tantas cosas que antes no nos cuidábamos, ni siquiera sabíamos que había tanta maldad y de verdad se desató.

Por eso es importante conocer a Dios a la manera de Dios y leer Su Palabra para saber qué es lo que Él nos dice de cómo nos cuida.

En Primera de Pedro, capítulo 5, versículos 5 y 6, dice Pongan todas sus preocupaciones y ansiedades en las manos de Dios porque Él cuida de ustedes.

Eso es lo que tenemos que hacer, poner en la mano de Dios todo lo que nos está pasando.

Pero primero hay que pedirle perdón por todos los pecados que hemos cometido y hasta por los que vamos a cometer.

Y después pedirle que entre a nuestro corazón y que nunca más se vaya.

Entregarle nuestra vida, entregarle nuestra mente, nuestro espíritu y adorarlo con todas nuestras fuerzas.

Empezar a cambiar nuestra forma de hablar, nuestra forma de pensar.

Mira, cuando empiezas a leer la Biblia, tu vocabulario cambia, tu forma de ser cambia.

Créemelo.

Empieza a leer el Nuevo Testamento.

Es sabiduría de lo alto, pero tan actual, que te va a confrontar contigo mismo y te va a bendecir cuando descubres esos tesoros.

En Proverbios, capítulo 16, en el versículo 3, dice Pon todo lo que hagas en manos del Señor y tus planes tendrán éxito.

Vuelvo a lo mismo.

No hay nada más que Dios que nos prospera, que nos saca de donde estamos, que nos ayuda.

Cuando a veces me pongo a ver mis circunstancias, ahí no me agradan a veces, ¿verdad? Igual que las tuyas.

Pero yo me baso en lo que ve Dios, no en lo que veo yo.

Yo dependo de Él, no de lo que veo o de lo que me está pasando.

Y de verdad, de nosotros va a depender que tengamos paz, seguridad y tranquilidad al depender literalmente de Dios.

Pon todo lo que hagas en manos del Señor y tus planes tendrán éxito.

¿Pero cuántas veces le pedimos permiso a Dios o lo tomamos en cuenta de lo que queremos hacer? Casi nunca, ¿verdad? Entonces no tengamos problemas de por qué no nos pasa, por qué no nos va bien, por qué por más que ponemos de nuestra parte, no nos dan un aumento, nuestros negocios no salen como queremos.

Porque no es en tus fuerzas, es en las fuerzas de Él.

Y eso es lo que tenemos que entender y tenemos que metérnoslo en el corazón, en las venas, en la sangre, en la mente.