EP229: Cuidemos nuestra inocencia

Vivimos tan conectados a la tecnología que nos hemos olvidado de lo más importante, nuestra conexión con Dios.

Cargado de emociones, introspección, autenticidad y mucho corazón, cada episodio acompaña a Conchita Vargas Lugo a un viaje transformador y revelador, en donde el fin principal es regresar a nuestra esencia para conectar con Él, nuestro Creador.

Esto es El Hijo Creerle a Dios, el podcast.

El amor es tan cruel y malo que hay.

Ayudar a proteger la inocencia del niño, de los niños, cuidarlos, amarlos, respetarlos, es orden de Dios.

En la Biblia viene que Jesús dice, dejen que los niños se acerquen a mí, porque de ellos es el reino de los cielos.

Para mí la inocencia es el preludio de la fe o el preámbulo de la fe.

Sin inocencia no puede haber fe.

Y sin fe no puedes vivir en esta vida porque entonces no creerías en Dios.

Y Dios es un Dios bueno, grande, misericordioso.

Es un Dios amigo, el creador de lo que vemos y de lo que no vemos.

Pero cuando nosotros perdemos la inocencia porque vamos creciendo, se nos convierte un mundo de caos muchas veces, porque perdimos esa inocencia de creer que somos capaces de hacer lo que nos propongamos y merecedores de ser felices.

Cuando perdemos la inocencia creemos que si no somos felices todo el tiempo, nosotros no servimos para nada.

Déjame decirte que la felicidad solamente son momentos, porque la vida se trata de crecer y crecer duele.

Se trata de madurar y madurar conlleva brincar y saltar obstáculos, saber qué hacer y qué no hacer.

La verdad es que algo que me ocupa mucho es que hay mucha gente metida en la pornografía.

Y eso es algo muy grave, porque la pornografía independientemente de que es un pecado, te lleva a cosas muy graves.

Te voy a poner un ejemplo.

Empiezas a ver pornografía entre un hombre y una mujer, pero después tu serotonina ya no es suficiente y necesitas buscar otra cosa.

Entonces empiezas a buscar pornografía con animales y después terminas con pornografía de niños.

Te metes en unos problemas aberrantes, en unas situaciones inconcebibles, ¿cuándo puedes parar todo esto? Porque la pornografía existe como la prostitución existe porque alguien la consume.

Amigos, amigas, la única manera de salirnos del pecado es pedirle perdón a nuestro creador.

Yo les sugiero que busquen a Dios a la manera de Dios leyendo su palabra, que se aparten del mal, que le pidan perdón al Señor y que vacíen su corazón con Él.

Pídanle que entre a su corazón el hermoso Espíritu Santo y que nunca más se vaya.

Aléjate del pecado, busca ayuda, pide ayuda, no te dé pena, pero tienes que salir de ahí porque vas a terminar enfermo y muy mal.

Perder la inocencia significa perder la conexión con Dios.

Creo que mientras más leo la Biblia, más entiendo por qué Dios se gloría, glorifica en la debilidad de los hombres.

Cuando te quitas el ego y aprendes a depender de Dios, todas las cosas buenas pasan.

Y cuando te suceden cosas inesperadas que no te gustan, pasarlas con Él.

Es otra forma de vivir.