Ep526_B: Replicones; Egipto; Cúbits; Cristales del Tiempo

Gracias por seguirnos acompañando. Empezamos aquí esta cara B del episodio número 526 de Coffee Break, señal y ruido, y lo iniciamos con la incorporación de María Rívez, que es filóloga, es experta en historia del arte, es profesora en la Universidad de Alicante. ¿Qué tal María? ¿Cómo estás? No te oigo.

Ah, espera, es que había cerrado la pantalla. Hola, ¿qué tal? Estoy encantada de estar aquí con vosotras otra vez. Perdón, había cerrado la pantalla. Llevamos media hora hablando y en el momento que voy a iniciar el programa cierro la pantalla. Lo sé, lo sé. Buenas tardes a todos.

Bueno, ¿qué tal? Buenas tardes o lo que sea para quien nos esté escuchando. Y también saludamos a Gastón Giribet, que es doctor en ciencias físicas y profesor en la Universidad de Nueva York, NYU, y que se ha puesto unas gafas muy molonas que recuerdan un poco a Woody Allen, pero debe ser cosa de Nueva York, a lo mejor, el aire neoyorquino. Pudiste haber elegido a alguien, no demasiado guapo, pero algo mejor que eso también. Pero bueno, ¿cómo andan amigos? Me puse anteojos solamente para ser serio y estar a la altura de las circunstancias. Hola, mucho gusto Luisa, una nueva compañera de clase, de curso, como dicen en España.

Una classmate. También se puede decir de clase.

Ya en su coquetería, Gastón, se ha quitado las gafas, lo digo para los oyentes.

Ya está, ya hizo el efecto que tenía que hacer. Le daban un toque, te daban un toque, Gastón, las gafas, un toque muy fuerte.

Me oculta la cara un poco. Yo también me las puedo poner si hace falta.

Somos todos intelectuales. Yo me conoce bien, porque son de estar al aire, pero yo también tengo gafas.

La pasta da un toque. Hay que hacer un cofibre con gafas.

La pasta da un toque. Interpretemos eso. Mira, María también.

La pasta es el plástico este. Le llamamos pasta el plástico negro.

Podría ser el dinero también. Yo lo había dejado ahí como una metáfora de la sociedad actual, del capitalismo, yo qué sé.

Bueno, a ver, vamos a centrarnos que nos estamos dispersando.

Tenemos a María, tenemos a Gastón y Luisa nos estaba contando esta fascinante historia de los viroides y los obeliscos, que es un descubrimiento reciente de la bioquímica.

Y al contrario que los viroides, estos obeliscos sí que están además dentro del cuerpo humano, en nuestra microbiota.

Exactamente. Por ahí van los tiros, ¿no? Entonces, me gustaría recordar que un obelisco es un ARN, es decir, un ácido ribonucleico circular cerrado covalentemente.

Es decir, que al estar cerrado no le afectan unas enzimas que se llaman exonucleasas, con lo cual lo hacen estable.

Porque eso es uno de los problemas que tiene el ARN.

Que, por ejemplo, el ARN mensajero, determinados tipos de ARN, que hay muchísimos.

El que nos pusieron las vacunas de la COVID, ¿no? El ARN mensajero de las vacunas.

Exactamente. Hay muchísimos, sí. Y uno de los problemas que tenían era eso, que al ser moléculas abiertas y lineales, enseguida se degradaban y se veían afectadas por determinadas enzimas, por temperaturas, por todo, ¿no? Entonces, en este caso, una de las cosas que le da esta habilidad es su estructura, ¿vale? Entonces, estábamos hablando del artículo del CEL del 2014.

Y quería decir eso, que era una...

¿2024 era, no? Perdón, del 2024, el 14 de noviembre del 2024.

Que era una colaboración entre Stanford UPV, donde también intervenían dos científicos españoles, uno María José López Galeano y Marcos de la Peña.

Entonces, a partir de ahí todo como que se paró.

Porque yo es verdad que no he vuelto a escuchar el tema de los obeliscos hasta, posteriormente, el 3 de septiembre del 2025.

O sea, el mes pasado.

Exactamente. O sea, prácticamente ayer.

Donde, siguiendo con el trabajo de estos primeros autores, ya teníamos esa base de datos para rápidamente comprobar en otras muestras si este agente infeccioso, infectivo...