En el programa de hoy conversamos sobre la politización del dolor. Qué significa, cómo se construye, y si es posible escapar de ella o ejercitarla de manera responsable. Para explorar el tema, están presentes en el programa las opiniones de Leonardo Fernández Otaño, Eloy Viera y Jorge Enrique Rodríguez.
La politización, entendida como el aprovechamiento de una tragedia humana --como la ocurrida con la explosión en el hotel Saratoga en La Habana el pasado 6 de mayo-- en beneficio de agendas políticas, es reconocible tanto en la expresión pública de la élite política cubana como en parte de sus adversarios. Está ahí en la manera impúdica en que la presencia del gobernante Díaz-Canel y otros dirigentes es convertida en la noticia central en los medios cubanos y que llega al paroxismo en el video “el dolor de un hombre bueno”, que exalta el dolor del presidente en detrimento del dolor de las familias de las víctimas.
La politización del dolor está también, del lado contrario, en la demanda de no donar sangre porque “es el régimen el que tiene que encargarse”, dejando fuera del asunto el imperativo humano de la solidaridad con otros seres humanos. La politización presenta así una faceta deshumanizadora, al despreciar e incluso intentar controlar y limitar la respuesta humana ante una tragedia.
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errata: El nombre correcto del economista cubano que se menciona en este capítulo es Pedro Monreal.