Episodio 186: En mi relación anterior me daba pena... "Era americanista."

La arena estaba de borde de la emoción, en el ring luchaban los cuatro rudos.

Esa sí me la sé, fíjate. Sí, ¿no? Es que qué crees, vengo de la oficina y fue por el día del papá luchón y llevaron a las luchitas.

¡Órale, güey! ¡Feliz día a todos los papás hoy en su día! Sí, feliz día, papá luchón, papá no luchón, papá que anda comiendo un pollo, porque ya ves que a los papás no los sacan a comer, pobrecillos, no pues les llevan un pollo.

Oye, papás ausentes también, no a ellos no, Felicia, no a ellos no.

No, no a ellos no.

Oye, mira, vamos a poner rapidísimo una, ¿cómo se dice? Una, bueno, vamos a poner ahí, ay güey, se me fue la palabra, pero un tema sobre la mesa.

¿Qué pasa? O sea, a los papás siempre se les dice que a lo mejor nunca estuvieron con los hijos, no sé, güey, porque al final, y también tiene que ver con cómo nos han educado y el patriarcado y el patriarcado y todo esto, entonces al final las que generalmente se encargan de la casa, porque pues sí, ya sabemos que a las mujeres luego no las dejaban estudiar, no las dejaban trabajar.

Ustedes, las mujeres a la casa, ¿no? A la cocina, a la casa, educar a los hijos, ¿no? Era lo que usted decía hace muchos años.

Ajá.

Y que mucha gente tristemente pues lo sigue, lo sigue exigiendo, ¿no? Pero entonces también por lo mismo siento yo que a los papás pues tampoco se les veía mucho, ¿no? Porque entonces mientras las mamás educaban a los hijos, pues los papás tenían que traer el dinero a la casa, ¿no? Porque pues si no permitían que la mujer trabajara, pues ellos tenían que mantener a toda la familia, ¿no? El pipirín a la casa, ¿no? La comida a la casa.

Sí, sí, sí. Entonces pues los papás, pues bien que mal, de alguna u otra manera, pues tenían que tener todo el sustento a la casa, ¿no? Se supone que eso era como la familia tradicional hace muchísimos años, ¿no? Ajá.

Entonces también luego eso es lo que pasa, ¿no? Que decimos, no, pues que mi papá nunca estuvo conmigo, pues no, pues porque estaba trabajando, pues porque mi mamá a lo mejor ya era la que nos educaba, era el ama de casa, lo que sea.

Entonces pues mi papá pues nunca estuvo con nosotros, ¿no? Pues sí, pero estaba presente, o sea, trabajaba, pero en las noches llegaba.

Sí, cuando ya estaban dormidos los hijos.

Pues sí.

¿No? Pero pues así tocaba.

Exactamente, entonces, o sea, también es como un poco, hasta cierto punto injusto también para ellos, ¿no? Porque pues ellos, digo, o sea, ya sé que hay extremos y ya sé que no siempre es así, ya sé que la sociedad, o sea, ya, no, no, no me quiero meter en tantas broncas, ¿no? Pero luego sí es así complicado, ¿no? Porque pues también ellos, pues a huevo, pues yo tengo que traer el dinero para la casa, ¿no? También.

Sí, pues sí, es que si no, ¿cómo comen? ¿Cómo? ¿Quién para las colegiaturas? ¿Quién? Todo.

Pues es que también son unas por otras, o sea, hay papás que los fines de semana están con ellos, pero entre semana no.

Exactamente.

Y también se entiende.

Sí, y muchas veces también somos rudos con los papás porque pues es que nunca estuviste conmigo, pues no, güey, porque pues estaba trabajando, porque pues tu mamá y yo acordamos que ella estuviera en la casa y yo trabajaba, ¿no? Sí, no, yo digo de que no felicitemos a los papás ausentes.

No, no, no.

A los que se fueron por los cigarros.

No, no, no, no.

Ajá.

Pero de eso me recordó.

Sí, de eso me recordó, pues que sí hay muchas veces que decimos, ay, es que mi papá pues nunca estuvo, pues no, güey, porque eran tres, cuatro, cinco, seis, siete hijos.

Exacto.

No, y pues, güey, también alimentar a siete bocas, pues también no está tan fácil. A tres, a cuatro bocas, pues no es tan fácil, ¿no? Dos bocas a lo mejor es más fácil. Una, pues a lo mejor es más fácil.

Pero tres, cuatro para arriba, pues ya no está tan sencillo, ¿no? Digo, a veces hasta una, no manches, Henry.

Sí, exactamente.

Está cañón.

Pero bueno, de una a mantener a cinco, pues no.

Pues sí.

No, como sea, ¿no? Sí, sí, sí.

Pero bueno.

Está peor.

Está peor.

Pero bueno, ya volviendo al tema de felicidades a todos los papás que a lo mejor sienten que no los festejamos como a las mamás, pues tienen razón por lo mismo, ¿no? Siento que las mamás siempre tienen que estar o siempre han estado más en contacto con los hijos porque pues de alguna u otra manera, ay, pues son las que educan, ¿no? De repente a la familia, ¿no? Es lo que toca a veces.

Es lo que toca a veces.

Yo, yo espero que pues sus papás estén ahí con ustedes, que los festejen, que los abracen y que no se hayan ido por cigarros, que no hayan sido papás docentes y que pues hayan podido trabajar para darles a ustedes lo que, lo que tienen y sacarlos adelante, ¿no? Pues sí.

Así que feliz día a todos los papás.

Y si no, si sus papás no escuchan este episodio o si no escuchan este podcast, pónganles estos episodios porque se van a divertir.

Háganles extensivo sobre todo nuestra felicitación a todos ellos.

Exactamente.

No.

Pero bueno, este tema no es sobre papás.

Ah, no.

Este tema no, Henry.

¿No lo vamos a hacer el día del papá hoy? No, Henry.

Hoy tengo que decirte papá, te quiero más que a nadie.

No, Henry, no, no es, pero.

¿De qué vamos a hablar entonces? Vamos a hablar de en mi relación anterior me daba pena.

Ah, sí, ¿de eso? Sí, de eso, Henry.

¿A poco? Sí, ¿qué te daba pena? Me daba pena.

Ya les decía la vez pasada, ¿no? Que siento yo que.