Episodio 293: Nuevo mundial, mal de lo mismo

Maneras de vivir con Juanma Álamo.

Bueno, sí, tocaba. Ya sé que tocaba, ya sé que teníamos que aparecer, venir por aquí, ya sé que teníamos que… Ya lo sé.

Lo sé yo y lo sabemos todos y lo sabe cualquiera que hace Maneras de Vivir, pero, chicos, que… Realmente, nos cuesta más trabajo del que nos gustaría, y mira que nos gusta echar un ratico.

Don Ricardo Menéndez, ¿cómo estamos? Buenas noches, o tardes, o días, o… Hola, buenas tardes, noches, mañanas y madrugadas.

Te iba a saludar en francés. En Pasadena, California y todo.

¿En Pasadena, California o en Madrid, España? Madrid, España, que hace mucho calor. Muchísimo calor.

Pero es lo que hay.

Te iba a saludar en francés, iba a decir Bonsoir, pero es que vaya telita.

Compañeros de Mundo Deportivo, querido Chema García.

Buenas, ¿eh? ¿Qué tal? Buenas tardes.

O buenos días, o buenos días. O buenas noches, o sabe Dios.

O sabe Dios. Querido… Javi Gomara, ¿qué tal estamos? ¿Qué tal? Buenas tardes, ¿cómo estáis? Pues yo estoy en un bucle de… Ayer, domingo, cuando eran las 11 de la noche, eh… y apagué la tele y me fui a la cama.

Yo no sabía si era un domingo de junio, un domingo de marzo, un domingo de noviembre… Noviembre menos.

Un domingo de enero, un domingo de no sé qué.

Dije, joder, no puede ser que esté viviendo en las mismas sensaciones que he vivido durante prácticamente toda la temporada 24-25.

Casi igual.

Un partido de Atleti fuera de casa, ¿no? Sí, efectivamente.

Tal cual.

Un partido de Atleti fuera de casa, 45 minutos tirados, un poquito de resurrección, un arbitraje infame… Infame… O sea… Un poquito de resurrección, pero no de coque.

No, no. Un poquito. Sí, sí, de coque.

El equipo mejoró mucho con coque.

Bueno, sí. Mejoró, mejoró.

Pero vamos, no creo que hizo el partido de subida.

No, no, el partido de subida no, pero… A ver.

Las conclusiones principales es que el PSG es mucho mejor que el Atlético de Madrid.

Que el Atlético de Madrid se dedicó a mostrar sus carencias como si no las tuviéramos claras los aficionados.

Que el arbitraje, después de Marciniak, pues toca acordarse del nombre de Kovacs, a lo mejor de los progenitores de Kovacs.

Y que el uniforme es menos bonito de lo que parecía una vez visto por la tele.

Lo ha apuntado casi todo, Ricardo.

Lo ha apuntado casi todo.

Lo del árbitro, lo del areti, lo del PSG, lo de la edad y lo de las camisetas.

Porque es que ya me sorprende que empecemos así, pero que coincida contigo en casi todo me preocupa.

Me preocupa.

Porque… Porque sí.

O sea, porque sí. Pero bueno, Chema.

Así reflexiona bote pronto.

Nos fuimos igual de encabronados a la cama tú y yo ayer.

Sí, yo creo que sí. Nos debimos de una sensación muy parecida.

Pero… A ver, espérate, que igual no sorprende Chema, que suele ser una voz analítica, reflexiva, filosófica, crítica, y cercana al epicureísmo. No, no.

No, no. Vale, vale.

No, no. O sea, a mí lo que me generó el Atlético es astido.

No te voy a mentir, porque quiero decir que… Después de haber terminado la Liga, que te presentes así en un torneo… El Atlético sabía que, para bien o para mal, el Mundial de Clubes iba a ser un escenario global, donde te va a estar viendo todo el mundo.

Y que te presentes así, frente al mundo, pues no habla muy bien de ti en ninguno de los sentidos.

Ni en el deportivo, ni en el de la preparación, ni en el de la actitud.

Nada, fue una cosa lamentable.

Aparte de que el partido, tal y como se jugó en esas condiciones, a las 12 de la mañana allí, con una sensación térmica de 38 grados en el césped, a veces daba la sensación de torneo veraniego del malo.

Porque no había ritmo, no había fútbol, era una cosa un poco infame.

Y el Atlético de Madrid, dentro de esa infamia, fue el campeón de la infamia.

Una primera parte tirada a la basura, con un PSG que no necesitó ni pasar de la tercera marcha para meterle cuatro goles al Atlético, con jugadores completamente desconectados.

Yo me acordé mucho de la previa, de lo que había pasado antes de aquella fase final de la Champions en Lisboa, no sé si os acordáis.

El Atlético se había clasificado en Liverpool, tenía muy buena pinta y llegó completamente desconectado al momento clave, al torneo, porque había habido, creo recordar, 10 días, 15 días de vacaciones antes, que había pasado también todo aquello de la pandemia y tal.

Pero había habido 10 días en los que los jugadores se olvidaron de todo.

Y llegaron allí completamente desconectados.

Esa es la sensación que tuve en los primeros 45 minutos.

Los segundos mejoraron un poco, pero ni aún así.

Ni aún así, porque...