Episodio 299: La mejor cara en el mejor momento

MANERAS DE VIVIR CON JUAN MÁLAMO Si es que no puede ser, si es que no puede ser, si es que mira que os lo decimos, que el fútbol hay que verlo con calma.

Las valoraciones se hacen en el mes de mayo o de junio, cuando ya uno está defenestrado, o no tiene pinta de estar defenestrado.

Lo decíamos la semana pasada, sí, aunque parezca mentira, aunque parezca mentira, estaba mirando desde cuando no hacíamos dos maneras de vivir seguidos una semana detrás de otra.

Dijimos que nuestra intención era coger ritmillo y es lo que queremos hacer, coger ritmillo, por muchas razones.

La más importante es porque nos apetece y la segunda porque nos lo habéis pedido, entonces vamos a intentar coger ese ritmillo.

La semana pasada he de reconocer que tituló Ricardo el episodio 298 y puso nunca dejar de creer aunque cueste.

El anterior, que hace mucho tiempo de aquel, que era el 18 de agosto, pusimos este embarazo, temporada, acaba de empezar.

Y el anterior era que no cunda el pánico, que es 5 de agosto.

Es decir, los últimos tres maneras de vivir que hemos hecho con estos señores que responden al nombre de Miguel Ángel Pérez, Chema García, Javi Gómez, Ricardo Menéndez, la línea de los que hacemos maneras de vivir era somos críticos pero vamos a darle tiempo al tiempo.

Y resulta que después de ese alegato que hicimos la semana pasada, insisto, hace siete días, ocho en este caso, de tranquilos que no está la cosa tan mal, que no está la cosa tan mal.

Pues mira tú por donde apareció en la ontananza un equipo de la capital, bueno aparecieron dos, a uno se le ganó 3-2, al siguiente 5-2.

Luego llegó un equipo de la Champions, de Frankfurt, y también se llevó otra manita.

Y resulta que en estos dos o tres partidos hemos visto la mejor versión del Atlético de Madrid con jugadores importantes todavía en el dique seco.

Con lo cual yo, insisto, lo dije la semana pasada, no es que sea optimista, pero el tiempo me debe estar haciendo realista, que no es la misma cosa.

Querido compañero de Mundo Deportivo, don Chema García Fuente, ¿cómo estamos, amigo? Buenas, ¿eh? ¿Qué tal? Muy buenas tardes, ¿qué tal? ¿Cómo estáis? Tengo, por cierto, espera, voy a saludar a mi Ángel Pérez y se lo cuento una cosa.

Querido mi Ángel Pérez, buenas, ¿eh? Muy buenas, Juanma, ¿qué tal? Pues mira, tengo en mi mano todavía aquí unos imanes de un señor que nos hizo a mano, unos imanes preciosos que ponían maneras de vivir.

No me olvido de ellos.

Aquí los tengo, ¿eh? Hasta que no quedemos un día para comer no los puedo dar, para tomarnos una cerveza.

Pero los tengo encima de la mesa, para que no se me olvide nunca recordaros que los tengo yo, que son preciosos, pero sobre todo, primero, porque ponen maneras de vivir, y más importante, porque nos los hizo un señor a mano en la playa.

Y estas cosas son muy bonitas.

Estuve por pedirle 500 y regalarlos, pero dije, joder, pues es que igual no va un poco a la mano.

Que había que ser realista, no tenían más misterio esto.

No sé, Chema, cuidado contigo.

Sí, bueno, al final tampoco quiero decir que...

Yo creo que estábamos siendo un poco fieles a nuestras propias sensaciones de lo que estábamos viendo y al propio discurso de los protagonistas.

Había tres formas de encarar esta situación.

Dos eran esas y otra era la de quemarlo todo.

Que no parecía tampoco la más razonable, porque como tú acabas de decir, esto acaba de empezar.

Es evidente que el equipo empezaba con un lastre, el lastre de puntos que todos conocemos.

Pero bueno, quiero decir que había razones para pensar que esto tenía que mejorar.

No sé si razones suficientes como para pensar que esto va a ser la mejor temporada de la historia de Atlético de Madrid, pero sí, razonablemente, para pensar que tenía que mejorar lo que se estaba viendo.

Porque por calidad de futbolista, por plantilla y por lo poco que se podía ver en el campo, si se solventaban algunas determinadas situaciones, que además Simeone las tenía bastante enfocadas.

Si recordáis, dentro de esta mala fase, él hace un discurso en el que desglosa una serie de claves que se tienen que cumplir para que el equipo mejore.

Una de ellas es entrar más centrado en los partidos.

Algo que ha sucedido especialmente en esta última semana, rayo Real Madrid y Eintracht, que el Atlético de Madrid salió completamente centrado en el partido, a diferencia de lo que sucedió en Anfield.

Otra era la contundencia ofensiva que se ha tenido.

Ha pasado de necesitar casi nueve tiros y medio para marcar un gol, a necesitar solamente cuatro y ha marcado trece goles en los tres últimos partidos.